La guerra en Ucrania provocará hambre e inestabilidad en otras partes del mundo

Sacos de harina acumulados en Bagdad
Sacos de harina acumulados en Bagdad - Ameer Al Mohammedaw/dpa
Actualizado: martes, 15 marzo 2022 14:35

Sigue en directo las últimas noticias sobre la guerra en Ucrania

La ONU advierte del impacto a nivel mundial dado que Rusia y Ucrania son claves en el suministro de cereales

MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia ya se están dejando sentir a nivel mundial pero si el conflicto se prolonga podrían tener efectos devastadores en otros puntos del planeta. Ambos países son considerados el granero del mundo, por lo que el suministro de cereales se verá afectado y con ello aumentarán las personas que pasan hambre y las probabilidades de que surjan focos de inestabilidad.

"Esta guerra va mucho más allá de Ucrania. También es un ataque a las personas y los países más vulnerables del mundo", previno este lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtiendo de que "una espada de Damocles se cierne sobre la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo", donde ya antes de este conflicto hacían frente al impacto de la pandemia, con niveles récord de inflación.

Ahora, subrayó el máximo responsable de la ONU, "su granero es bombardeado". Según Guterres, 45 países africanos y menos desarrollados importan al menos un tercio de su trigo de Ucrania o Rusia, y en el caso de 18 de ellos, como Burkina Faso, Egipto, República Democrática del Congo, Líbano, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, esta cifra se eleva al 50 por ciento.

"Todo esto está afectando más a los más pobres y está plantando las semillas de la inestabilidad política en todo el mundo", advirtió Guterres, llamando a hacer "todo lo posible para evitar un huracán de hambre y el colapso del sistema alimentario mundial".

Desde que el 24 de febrero Rusia inició la invasión de Ucrania, tanto el Programa Mundial de Alimentos (PMA) como la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han venido advirtiendo del impacto que la guerra tendrá a nivel mundial, en un momento en que las personas que pasan hambre estaba ya en niveles récord entre otras cosas por los efectos de la pandemia pero también por las consecuencias del cambio climático y los numerosos conflictos abiertos.

AL MENOS 811 MILLONES PASAN HAMBRE

Así, en 2021 las agencias de la ONU estimaban que en el mundo había 811 millones de personas que todos los días se iban a la cama hambrientas, un dato que equivale a una de cada diez personas, de las que 44 millones se encontraban al borde de la hambruna.

Además, a principios de 2022 PMA y FAO alertaron del riesgo de que los niveles de inseguridad alimentaria se agravaran en 20 llamados 'puntos calientes del hambre', advirtiendo en particular de la grave situación en Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen, países todos ellos escenario de conflicto y violencia y donde a menos que se actúe podría declararse la hambruna.

Según datos de la FAO, Rusia y Ucrania proporcionan el 19 por ciento del suministro de cebada, el 14 por ciento del trigo y el 4 por ciento del maíz del mundo y representan más de un tercio de las exportaciones mundiales de cereales. También son los principales proveedores de colza y representan el 52 por ciento del mercado mundial de exportación de aceite de girasol, a lo que se suma que Rusia es el principal productor de fertilizantes del mundo.

El director general de la FAO, Qu Dongyu, advertía hace unos días de que los precios de los alimentos "alcanzaron un nivel máximo histórico en febrero de 2022 debido a la elevada demanda, los costos de los insumos y el transporte y las perturbaciones en los puertos".

AUMENTO DE LOS PRECIOS

Así, los precios mundiales del trigo y la cebada aumentaron un 31 por ciento en 2021, mientras que los de los aceites de colza y de girasol subieron más de un 60 por ciento. A esto hay que añadir el incremento en los precios de los fertilizantes, como la urea, un fertilizante nitrogenado esencial, que ha experimentado una subida del 300 por ciento en los últimos meses.

La continuación de los combates pone en cuestión la capacidad de los agricultores ucranianos de poder recoger sus cosechas en junio mientras que el cierre de los puertos ucranianos en el mar Negro afecta a las exportaciones. En lo que se refiere a los puertos rusos siguen abiertos, pero está por ver el impacto que puedan tener las sanciones a medida que pasen las semanas.

Por otra parte, el director de la FAO ha llamado también la atención sobre el impacto que la subida de los precios de la energía tiene en la agricultura, toda vez que Rusia representa un 18 por ciento de las exportaciones mundiales de carbón, un 11 por ciento de las de petróleo y un 10 por ciento de las de gas.

"La agricultura requiere energía a través del uso de combustible, gas y electricidad, así como fertilizantes, plaguicidas y lubricantes" con lo cual la subida de los precios tiene "consecuencias negativas para el sector agrícola", señaló Qu.

PROBABILIDAD DE ESTALLIDOS SOCIALES

Pero sin duda, como indicó Guterres, el temor no es solo al aumento de las personas que pasan hambre en el mundo sino a la inestabilidad que este factor puede traer aparejada, toda vez que el trigo representa un alimento básico para el 35 por ciento de la población mundial y los problemas de suministro podrían desencadenar tensiones.

La FAO estima que los precios de los alimentos puedan experimentar una subida de entre un 8 y un 22 por ciento y que el número de personas que pasan hambre podría aumentar en entre 8 y 13 millones entre 2022 y 2023, sobre todo en la región de Asia-Pacífico, el África Subsahariana y Oriente Próximo y el norte de África.

Las protestas por la subida de los precios de los alimentos, entre ellos el pan, no son algo nuevo, sobre todo en países ya de por sí inestables o donde las condiciones de la población son de antemano malas. Los expertos coinciden en señalar que uno de los factores que impulsaron la 'Primavera Árabe' que provocó la caída de regímenes en Túnez, Egipto y Libia y la guerra aún abierta en Siria fue precisamente la subida de los alimentos básicos.

Un ejemplo reciente fue lo ocurrido en Sudán donde a principios de 2019 los sudaneses se echaron a las calles por la subida del pan y el combustible. Las protestas degeneraron en multitudinarias manifestaciones contra el Gobierno del presidente Omar Hasán al Bashir que en último término ocasionaron un golpe de Estado que provocó su salida del poder.

Así pues, en un contexto de gran tensión en muchas partes del mundo por las consecuencias económicas de la pandemia, el alza de los precios de los alimentos y también de la energía a nivel mundial como consecuencia de la guerra en Ucrania cabe esperar que se produzcan estallidos de inestabilidad social en algunos países, de resultados impredecibles.

RÉCORD DE PERSONAS NECESITADAS DE AYUDA

El año 2022 comenzaba con una cifra récord de personas necesitadas de asistencia humanitaria: 274 millones, un 17 por ciento más que en 2021. El conflicto en Ucrania ya ha incrementado este dato, con 12 millones de personas necesitadas de ayuda, y de confirmarse los pronósticos de las agencias de la ONU seguirá en aumento.

El problema es que el impacto económico del conflicto hace prever una disminución de los fondos disponibles para atender a esas personas mientras que el coste de hacer llegar la ayuda se incrementa. El PMA ya ha indicado que prevé que el coste de sus operaciones a nivel mundial aumente en 29 millones de dólares al mes, tras el incremento de 42 millones registrado desde 2019. En Yemen, donde hay riesgo de hambruna, la agencia ya ha tenido que recortar las raciones que distribuye.

Leer más acerca de: