Soldados turcos en el distrito de Cizre, provincia de Sirnak
SERTAC KAYAR / REUTERS
Actualizado: lunes, 11 julio 2016 18:21

MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes que el Gobierno de Turquía está bloqueando el acceso a las regiones del sudeste del país, de mayoría kurda, a las organizaciones que quieren investigar supuestos abusos en masa perpetrados por las autoridades turcas, entre los que se encuentran la matanza de civiles, el desplazamiento forzoso y la destrucción de propiedad privada.

La ONG ha instado a las autoridades a permitir que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pueda entrar en la zona e investigar la región de acuerdo a sus estándares y sin tener que hacer frente a un bloqueo.

En julio de 2015 se rompió el alto el fuego al que habían llegado el Gobierno turco y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), provocando una escalada de violencia que llevó a las autoridades turcas a decretar toques de queda en hasta 22 ciudades.

HRW ha denunciado que estos toques de queda impiden que las ONG, así como otros grupos de periodistas y abogados, puedan investigar los supuestos abusos y ha asegurado que se han dado casos en los que las propias autoridades han impedido las investigaciones aun cuando los toques de queda ya habían acabado.

"Los esfuerzos del Gobierno turco para bloquear las zonas del sudeste alimentan la preocupación por una ocultación a gran escala", ha declarado una responsable de HRW en Turquía, Emma Sinclair Webb. "El Gobierno turco debería permitir el acceso inmediato a la ONU y a las ONG para poder documentar lo que está ocurriendo", ha añadido.

HRW ha asegurado que la mayoría de muertes de civiles, destrucción de propiedades y de desplazamientos han ocurrido principalmente en nueve ciudades, entre las que se encuentra Cizre. La ONG ha afirmado que más de 355.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y que al menos 338 civiles han muerto a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad turcas y las Unidades de Protección Civil, un grupo armado vinculado al PKK.

Las acusaciones se han apoyado en numerosas denuncias que han asegurado la matanza indiscriminada de civiles en ciudades como Cizre, así como imágenes por satélite que demuestran la demolición de barrios enteros. "Hay pruebas creíbles de que las fuerzas de seguridad turcas están matando civiles, niños incluidos, de manera deliberada y esto debería hacer que suene la alarma", ha asegurado Sinclair Webb.

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