RIAD, 14 Oct. (EP/AP) -
El rey de Arabia Saudí, Abdulá II, emplazó a los líderes religiosos de las comunidades chií y suní en Irak a parcticar la paciencia y la serenidad para frenar la violencia sectaria en el país. Abulá II recibió a representantes religiosos iraquíes en la ciudad santa de La Meca.
El monarca saudí subrayó la creciente preocupación ante la alarmante intensidad de la violencia sectaria en el país vecino. "Espero que vuestro país viva en paz, hermanos míos, necesitamos paciencia, calma y quietud para conseguir conocernos los unos a los otros", afirmó Abdulá II según un comunicado hecho público hoy.
Uno de los clérigos suníes más radicales, el líder de la influyente Asociación de Estudiantes Musulmanes, Harith al Dhari, se encontraba entre los miembros de la delegación iraquí. Al Dhari señaló su disposición a reunirse con los máximos líderes religiosos chiíes en una iniciativa para frenar la violencia.
La violencia entre suníes y chiíes comenzó tras el ataque con bomba contra la ciudad santa de Samarra, principio de una ola de asesinatos de represalia que podrían provocar una guerra civil.
Arabia Saudí y otros países de la región temen las posibles consecuencias de una guerra civil y la posibilidad de que los radicales chiíes tomen el poder en uno de los estados más grandes e influyentes de la zona.
