QUITO, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal ecuatoriano ha negado la petición de libertad condicional realizada por el vicepresidente, Jorge Glas, para esperar en la calle el resultado de su recurso de apelación contra la condena a seis de años de cárcel que ha recibido por corrupción.
La Fiscalía ha anunciado en su cuenta oficial de Twitter que el tribunal ha acogido sus argumentos y ha denegado la solicitud de Glas por que la pena recibida supera los cinco años de cárcel.
Glas fue condenado el pasado 13 de diciembre, junto a otras cuatro personas, entre ellas el tío del vicepresidente, Ricardo Rivera, por un delito de asociación ilícita en relación con el escándalo de corrupción de Odebrecht, en el que se investigan los sobornos pagados por la constructora brasileña en toda la región a cambio de contratos públicos.
El Ministerio Público sostiene que Glas recibió 13,5 millones de dólares en sobornos por parte de Odebrecht a través de Rivera. La empresa suramericana pagó más de 33,5 millones de dólares en Ecuador para obtener adjudicaciones públicas, según datos oficiales.
Glas está en prisión preventiva desde el pasado mes de octubre. El presidente, Lenín Moreno, le despojó de todas sus funciones pero no pudo cesarle porque la Vicepresidencia es un cargo de elección popular, no de libre designación por parte del jefe de Estado.
La defensa de Glas ha apelado y pretendía que la Corte Nacional le dejara en libertad condicional porque, si supera los tres meses en prisión, plazo que cumplirá el próximo 2 de enero, podrá ser cesado por "ausencia definitiva" del cargo, conforme recoge la Constitución ecuatoriana.
El 'número dos' del Gobierno ha defendido en todo momento su inocencia y ha atribuido el proceso judicial a una persecución política impulsada por Moreno para deshacerse de las personas de confianza de su antecesor y padrino político, Rafael Correa.
Glas se ha convertido en el político de mayor rango en Ecuador en ser condenado en ejercicio. El caso ha sacudido la política ecuatoriana y ha dinamitado al oficialismo, que hasta la partida de Correa, el pasado 24 de mayo, parecía un bloque unido.
