Miles de personas buscan refugio en un hospital por nuevos ataques en República Centroafricana

Actualizado: martes, 6 noviembre 2018 18:09

YAUNDÉ, 6 Nov. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Unas 5.000 personas que buscaron refugio la semana pasada en un hospital de la localidad centroafricana de Batangafo están en peligro por la posibilidad de que el centro sea atacado por parte de grupos armados, ha advertido la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

Unas 10.000 personas se refugiaron en el hospital después de que varias facciones asaltasen y quemasen miles de viviendas, tres campamentos con unos 27.000 desplazados y un mercado de Batangafo, una ciudad situada a 400 kilómetros al norte de la capital, Bangui.

El responsable de la mision de MSF en República Centroafricana, Omar Ahmed Abenza, ha advertido de que "la población no se siente segura en ninguna parte de la ciudad", como comprueba el personal de la ONG en Batangafo que escucha disparos y granadas de forma recurrente.

De las personas que se refugiaron inicialmente en el hospital, alrededor de la mitad ha optado por huir a otras localidades cercanas u ocultarse en el bosque. Según Abenza, que ha hablado con la Thomson Reuters Foundation, ni siquiera estar en un hospital garantiza la seguridad de estos desplazados.

"Para nosotros, es casi imposible controlar quién entra y quién sale. No podemos negar el acceso a la población", ha explicado, en alusión a una precaria situación en la que la seguridad "básicamente está garantizada gracias a las conversaciones constantes con los líderes de grupos armados".

La situación es delicada también en Bambari, en la zona centro del país africano, donde también se produjeron enfrentamientos la semana pasada y muchas personas "están demasiado asustadas para salir de casa y buscar tratamiento médico", ha añadido el responsable de MSF.

CONFLICTO CONSTANTE

República Centroafricana vive en una inestabilidad constante desde que en 2013 los milicianos del grupo rebelde Séléka --mayoritariamente musulmanes-- se hicieron con el poder, lo que desencadenó represalias por parte de grupos anti-balaka --en su mayoría cristianos--. Pese a la elección de un nuevo presidente en 2016, las tensiones persisten.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) calcula que 1,9 millones de personas pasan hambre, una cifra sin precedentes desde el año 2014, en pleno pico de la violencia sectaria.

Un portavoz de la agencia de la ONU, Herve Verhoosel, ha advertido de que los nuevos combates no hacen sino "exacerbar una situación que ya es tremendamente grave", por lo que ha apelado a una reacción internacional de forma "urgente" para evitar una "tragedia humana".

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