Las milicias de Ghariya y Jadu anuncian su retirada de Trípoli tras los últimos enfrentamientos

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:17

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las milicias de las localidad libias de Ghariya y Jadu han anunciado este martes su retirada de la capital, Trípoli, apenas un día después de que las milicias de Misrata, unas de las más poderosas del país, hicieran lo mismo tras los últimos enfrentamientos.

"La decisión de traer de vuelta a nuestros 200 miembros fue tomada por el Consejo Revolucionario de Ghariya con el objetivo de trabajar en paralelo con el Gobierno y el Congreso", ha dicho el portavoz del organismo, Adel Naji.

Por su parte, los consejos locales de Jadu y Trípoli acordaron la entrega de las zonas controladas por los milicianos en la playa de Regatta (en el oeste de la capital) a la Policía Turística, según ha informado el diario 'The Libya Herald'.

Los enfrentamientos registrados la semana pasada en Trípoli han matado a decenas de personas, poniendo de manifiesto las luchas de poder entre antiguos combatientes y milicianos islamistas que se niegan a desarmarse, dos años después de luchar para derrocar al Gobierno del coronel Muamar Gadafi.

La retirada de Trípoli de algunas de las milicias más poderosas contribuirá, al menos temporalmente, a rebajar las tensiones en la ciudad. Sin embargo, las nuevas Fuerzas Armadas libias todavía no tienen un potencial equiparable a las milicias que siguen actuando en la capital y en todo el país.

Las milicias y los antiguos combatientes son a menudo contratados a sueldo por el Gobierno para proteger sedes gubernamentales y a altos cargos. Muchos antiguos combatientes siguen siendo leales a sus jefes, sus tribus o sus ciudades, por lo que, en muchas ocasiones, combaten por controlar un determinado territorio.

Las potencias occidentales, incluidos Estados Unidos, Francia y los aliados de la OTAN, están ofreciendo entrenamiento y ayuda a las Fuerzas Armadas.

Las milicias que continúan activas han logrado detener en los últimos meses las exportaciones de petróleo, dejando al Gobierno sin su principal fuente de ingresos y haciendo aumentar el temor de que el país se sume en el caos.

Para hacer frente a esta situación, el nuevo Gobierno ha reconocido a algunas milicias --uniéndolas en la brigada Escudo de Libia y poniéndolas bajo la supervisión de los ministerios de Interior y Defensa--, pero otras siguen al margen de su autoridad.

En este sentido, el Gobierno anunció la semana pasada que dejará de pagar a los grupos rebeldes que participaron en la revolución contra Gadafi a partir del 31 de diciembre a menos que se integren en las fuerzas de seguridad del país.

A principios de noviembre, Zeidan advirtió de la posibilidad de una intervención militar extranjera en caso de que no se ponga fin al caos existente en el país, según informó la emisora Radio France Internationale.

"La comunidad internacional no puede tolerar un estado, en pleno Mediterráneo, que es fuente de violencia, terrorismo y asesinatos", sostuvo, antes de citar como ejemplo lo ocurrido en Irak. Libia continúa bajo una resolución del Capítulo VII de Naciones Unidas, que permite una intervención internacional para proteger a la población civil.

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