Archivo - Sarcófago en la zona de exclusión de la central nuclear de Chernóbil, Ucrania - BRYAN SMITH / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo
Los niveles de radiación están ligeramente por encima de los considerados naturales por la Asociación Nuclear Mundial. Una exposición puntual no es peligrosa, pero la permanencia en el lugar supondría un peligro para la salud.
Las autoridades ucranianas han denunciado una gestión laxa e imprudente de Chernóbil por parte de Rusia con plena conciencia, ya que se han hallado medidores de radiactividad rusos que han registrado niveles hasta 50 veces superiores a los valores considerados normales.
"Es una auténtica locura. No tengo ni idea de por qué fueron" al Bosque Rojo, "pero es evidente que estuvieron allí y volvieron y que los niveles de radiación han aumentado", ha apuntado por su parte el ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko.
Uno de los reactores de la central nuclear explosionó en 1986 y sobre el mismo se construyó un sarcófago para contener la radiación y sigue siendo necesario un mantenimiento para evitar nuevas fugas radiactivas. "El sistema necesita suministro eléctrico y un sistema de ventilación", ha indicado Galushchenko.
El personal de la central siguió trabajando bajo mando ruso. "Estaban aquí desde el primer día de la ocupación y solo se les ha podido relevar un mes después", ha explicado Galushchenko. "Cuando la gente está física y moralmente agotada, cuando se la amenaza con armas y los soldados te amenazan a diario, es una labor realmente difícil", ha añadido.
Uno de los trabajadores de Chernóbil, Volodimir Falshovnik, ha denunciado además el saqueo perpetrado por los rusos. "Nos dieron personal de Rosatom (la agencia nuclear rusa) que visitaron los almacenes. Robaban de ellos", ha asegurado.
Durante el periodo de control ruso, los 169 miembros de la Guardia Nacional ucraniana que custodiaban Chernóbil fueron encerrados en el búnker nuclear de la era soviética sin luz natural, ventilación ni comunicación con el mundo exterior, según el Ministerio del Interior ucraniano.
"Pasaron 30 días sin luz natural ni alimentación suficiente. No les permitían salir y el último día se los llevaron sin que sepamos adónde", ha indicado un portavoz de Interior, Denis Monastirski. Probablemente están en Rusia adonde llegaron a través de territorio bielorruso en calidad de prisioneros de guerra.