GINEBRA, 17 Jun. (Reuters/EP) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, ha tachado este miércoles de "inaceptables" los bombardeos del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, sobre civiles cerca de Damasco y los ataques de los rebeldes en la ciudad de Alepo, tras reunirse con las autoridades sirias.
De Mistura ha hecho un llamamiento a ambas partes para que permitan más acceso a las zonas asediadas, especialmente con la llegada del mes sagrado de Ramadán que comienza esta semana. Además ha reiterado la necesidad de un acuerdo político.
Asimismo, en los encuentros que ha mantenido con Al Assad y su ministro de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, ha subrayado "otra vez que el uso de barriles bomba es inaceptable y que es una obligación proteger a los civiles de todos los países y bajo cualquier circunstancia bajo el Derecho Internacional Humanitario", según el comunicado de la ONU.
El enviado especial ha condenado "los intensos bombardeos por las fuerzas gubernamentales del martes en Douma, que causaron un número significativo de bajas". En el comunicado, el equipo de De Mistura ha expresado que también se han llevado a cabo discusiones "sobre la amenaza creciente y el avance de las organizaciones terroristas". Aunque Damasco describe con frecuencia a todas los combatientes opositores a su Gobierno como "terroristas".
De Mistura también ha condenado los ataques sobre civiles por las fuerzas de la oposición, que incluyen los que ocurrieron el lunes en la ciudad de Alepo y el ataque con mortero que impactó en el centro de Damasco el martes. El bombardeo en Alepo causó más de 30 muertes, en el que se ha convertido en uno de los ataques más mortíferos de los rebeldes sobre esta ciudad siria.
El enviado de la ONU inició el mes pasado en Ginebra los contactos con dirigentes políticos del régimen, de la oposición, de gobiernos de la región y con representantes de la sociedad civil siria para intentar impulsar un proceso político. En el comunicado, el equipo de De Mistura explica que las reuniones proseguirán en julio y confirma que el calendario provisional ha sido prorrogado.
Más de 220.000 personas han muerto y más de un millón han resultado heridas en los cuatro años de guerra. Casi 4 millones de personas han salido del país y 12,2 millones necesitan ayuda humanitaria, incluidos 5,6 millones de menores de edad, según los últimos datos.
