NAIROBI 8 Sep. (Reuters/EP) -
Los enviados especiales de Naciones Unidas a Sudán del Sur ha condenado el acoso que sufren los miembros de las organizaciones de ayuda humanitaria en este país desde que se reactivaron los enfrentamientos entre el Ejército y las fuerzas leales al exvicepresidente Riek Machar.
En julio estallaron intensos combates entre el Ejército sursudanés, que se mantiene leal al presidente del país, Salva Kiir, y las tropas de su principal rival político y exvicepresidente, Riek Machar, en Yuba, la capital del país.
Los enfrentamientos provocaron la muerte de más de 300 personas y han alertado la comunidad internacional, que teme que Sudán del Sur vuelva a caer en una guerra civil.
En un intento de garantizar la paz en el país más joven del mundo --Sudán del Sur se independizó de Sudán en 2011-- Naciones Unidas ha autorizado el despliegue de más 'cascos azules' para su misión de paz en el área, que ya cuenta con 12.000 militares.
Una misión de diplomáticos pertenecientes al Consejo de Seguridad de la ONU ha visitado esta semana Sudán del Sur para negociar con el Gobierno el despliegue de nuevas tropas internacionales.
Tras varios meses de conversaciones, Kiir ha accedido este domingo al envío por parte de la ONU de 4.000 nuevos 'cascos azules'. De esta forma, Yuba evitará el embargo de armas con el que amenazaba Naciones Unidas.
Durante su visita, los enviados especiales de la ONU también han visitado a civiles desplazados, líderes religiosos y miembros de varias ONG, que han denunciado el acoso al que son sometidos por parte de los militares en la capital.
"Cualquier intento de suprimir los derechos de la gente a través de amenazas y de acoso debe ser condenado inmediatamente", ha declarado UNMISS en un comunicado.