ABUYA, 14 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Nigeria ha emitido este martes una orden de arresto internacional contra un desertor del Ejército sospechoso de planificar dos atentados en la capital del país, Abuya, que se habrían saldado con la muerte de al menos 90 personas.
"La oficina nacional de la Interpol en la Policía nigeriana ha emitido una alerta roja para la búsqueda y arresto de Aminu Sadiq Ogwuche", ha dicho el director general de la Agencia Nacional de Orientación --parte del Ministerio de Información--, Mike Omeri.
El Gobierno ha ofrecido una recompensa de 25 millones de nairas (unos 112.000 euros) para todo aquel que ofrezca información que lleve al arresto de Agwuche, nacido en Reino Unido, y Rufai Abubakar Tsiga. Ambos son presuntos miembros de la milicia islamista Boko Haram.
Un total de cinco presuntos milicianos de Boko Haram han sido detenidos por su relación con los atentados ejecutados el 14 de abril y el 1 de mayo en el barrio de Nyanya, de los que se cree que Agwuche y Tsiga fueron los autores intelectuales.
Ogwuche, quien trabajó en la unidad de Inteligencia del Ejército antes de desertar en 2006, se encontraría en la actualidad en Sudán, según ha detallado Omeri. El sospechoso fue arrestado en Abuya en 2011 por su vinculación con actividades terroristas, si bien fue liberado poco después.
Boko Haram ha centrado la mayoría de sus ataques en la zona noreste del país, si bien ha llevado a cabo varios atentados en otros puntos de Nigeria, lo que apunta a que podría estar intentando ampliar su zona de actividades.
El líder del grupo, Abubakar Shekau, afirmó en un mensaje publicado tras el atentado ejecutado en Abuya en abril: "Estamos en vuestra ciudad, pero vosotros no sabéis donde estamos".
Los rebeldes de Boko Haram han matado a miles de personas en los últimos años. La escalada y la brutalidad de los ataques contra la población civil ha conmocionado a la nación.
El secuestro de más de 200 niñas a finales de abril se ha convertido en un símbolo de la impotencia de los militares para proteger a los civiles de los insurgentes islamistas, cuyos ataques son cada vez más indiscriminados.
