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LONDRES, 10 Mar. (Reuters/EP) -
Cientos manifestantes han salido este domingo a las calles de Derá, cuna de las protestas que derivaron en la rebelión siria en 2011, para expresar su rechazo a la nueva estatua erigida en honor de Hafez al Asssad, expresidente y padre del actual mandatario, Bashar al Assad.
Los manifestantes han recorrido los barrios destruidos por la guerra coreando consignas a favor del derrocamiento de Al Assad cuando faltan apenas unos días del octavo aniversario del inicio del conflicto.
Las protestas pacíficas en Derá fueron respondidas con una violenta represión y ahora la ciudad está bajo control de las fuerzas leales a Al Assad desde julio de 2018, en parte gracias al apoyo de la aviación rusa. Desde entonces denuncian que la policía política del régimen ha vuelto a intervenir para perseguir la disidencia.
El Gobierno había dado un día libre a funcionarios y centros educativos para asistir a un acto progubernamental por la inauguración de una estatua de bronce de Hafez al Assad levantada en el mismo lugar en el que había otra estatua, derribada hace ocho años por manifestantes.
Sin embargo, un grupo de jóvenes se concentró en el casco viejo de la ciudad con una pancarta contra Al Assad: "Caerá. La estatua del pasado no es bienvenida aquí". "La gente se ha concentrado sin organización previa para manifestarse pacíficamente con demandas justas", ha explicado el abogado y activista Adnan Masalma.
Derá se rindió al Ejército en verano y muchos de sus vecinos optaron por quedarse en lugar de desplazarse hacia el norte, hacia Idlib y otras regiones del norte de Siria aún controladas por los rebeldes. "El país ha sido destruido y, en lugar de una reconstrucción, nos ponen monumentos", reprocha otra pancarta.
Las autoridades sirias han recuperado varias estatuas de gran tamaño del padre de Al Assad tras celebrar las recientes victorias militares, pero los vecinos se quejan de los deficientes servicios y del miedo al reclutamiento forzoso.
En la provincia de Derá se han producido recientemente varios ataques contra controles militares que las autoridades atribuyen a células rebeldes en la clandestinidad.