La ONU alerta del empeoramiento de la situación humanitaria en el noroeste de Siria

Edificio destruido por los combatres en Ariha, in la provincia de Idlib
Edificio destruido por los combatres en Ariha, in la provincia de Idlib - Anas Alkharboutli/dpa
Publicado: martes, 7 enero 2020 11:36

MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas se ha mostrado "alarmada" por el empeoramiento de la situación humanitaria en la región siria de Idlib, escenario de una intensa ofensiva por parte de las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad que ya ha provocado desde mediados de diciembre al menos 300.000 desplazados.

El vicecoordinador humanitario de la ONU para la crisis siria, Mark Cutts, ha recordado que "tres millones de civiles permanecen atrapados en una zona de guerra", en su mayoría mujeres y niños. El "drástico" aumento de los combates, ha advertido, no ha hecho más que empeorar su situación.

Cutts ha instado a todas las partes a proteger a la población civil y respetar al Derecho Internacional Humanitario, tal como ha venido manifestando la organización en estas últimas semanas. El secretario general de la ONU, António Guterres, ya reclamó a finales de diciembre un "cese inmediato de las hostilidades".

Al menos 300.000 personas han abandonado sus hogares en el sur de Idlib en el último mes y muchos de ellos han recalado en lugares "inhabitables", expuestos a el empeoramiento de las condiciones meteorológicas. La mayoría "huyeron con poco más que ropa a sus espaldas", ha lamentado el responsable humanitario de la ONU en un comunicado.

"Cada día recibimos informaciones preocupantes de familias atrapadas por la violencia, que buscan refugio y acceso a servicios esenciales en campamentos saturados y zonas urbanas", ha dicho Cutts. La falta de comida, refugio, atención sanitaria o protección frente al invierno es "crítica" en muchos de estos casos, ha agregado.

No en vano, a la actual ola de violencia se suma a los combates que ya dejaron 1.300 civiles muertos y 400.000 desplazados entre mayo y agosto de 2019 y a una serie de limitaciones impuestas sobre las organizaciones humanitarias, incapaces de poder acceder para hacer frente a las crecientes necesidades en toda la región.

Al menos 13 instalaciones médicas de Idlib se han visto obligadas a suspender sus actividades recientemente por motivos de seguridad, mientras que las escuelas han terminado en algunos casos convertidas en refugios improvisavos para los desplazados.

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