HARARE, 12 Sep. (Reuters/EP) -
Los principales partidos de la oposición en Zimbabue han convocado una gran manifestación para este sábado, que se celebrará a pesar de no contar con autorización policial, con el objetivo de presionar a la Comisión Electoral del país para que se celebren elecciones generales en 2018.
El pasado 26 de agosto se celebró una gran manifestación en la capital del país contra las políticas del Gobierno, a la que acudieron miles de personas. No obstante, la severa represión policial provocó que las protestas, que en un principio eran pacíficas, acabasen desencadenando disturbios que fueron sofocados por los agentes de Policía con gas lacrimógeno y cañones de agua a presión.
Alrededor de 18 partidos de la oposición se han unido y han formado la Agenda de Reforma Electoral Nacional (NERA, por sus siglas en inglés), con el objetivo de presionar a la Comisión Electoral de Zimbabue y conseguir que se celebren elecciones presidenciales en 2018.
La oposición acusa a la Comisión Electoral de sesgo a favor del presidente zimbabuense, Robert Mugabe, y de su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, por sus siglas en inglés). De acuerdo con los líderes opositores, la Comisión está dirigida por agentes del aparato de seguridad leales a Mugabe, unas acusaciones que la institución niega.
Los partidos opositores quieren que las elecciones de 2018 sean supervisadas por enviados especiales de Naciones Unidas. "Vamos a seguir adelante con la manifestación con o sin el consentimiento de la Policía. No necesitamos su permiso, tenemos la ley de nuestra parte y estamos completamente seguros de que tenemos razón", ha declarado el portavoz del NERA, Douglas Mwonzora.
Según la ley zimbabuense, para convocar una manifestación, los organizadores sólo tienen que notificar a la Policía de sus intenciones. No obstante, en numerosas ocasiones los agentes de seguridad se niegan a aprobar las protestas convocadas por la oposición.
La manifestación del próximo sábado tendrá lugar después de que el Tribunal Supremo suspendiera el pasado miércoles de forma provisional la prohibición de celebrar manifestaciones durante un periodo de dos semanas, impuesta previamente por la Policía.
Zimbabue vive una complicada situación social debido a una dura crisis económica, alto desempleo y falta de liquidez que han provocado una respuesta violenta por parte de la oposición.
