BUDAPEST, 18 Jun. (DPA/EP) -
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha renunciado formalmente a los poderes especiales que permitían a su Gobierno legislar por decreto con motivo de la pandemia de coronavirus, dando así carpetazo a una iniciativa salpicada de polémica desde su promulgación.
El Parlamento, controlado por su partido, Fidesz, autorizó a Orban a finales de marzo gobernar por decreto para contener la emergencia sanitaria. Lo hizo sin poner ningún tipo de límite temporal a estos poderes, lo que derivó en críticas tanto de la oposición como de organismos internacionales.
Orban ha firmado un decreto a última hora del miércoles con el que da por terminado el estado de emergencia, si bien ha dictaminado por otro lado una emergencia sanitaria que aún le permite seguir ejerciendo ciertos poderes. Este nuevo marco estará en vigor seis meses y puede prorrogarse sin el visto bueno del Parlamento.
El primer ministro, que gobierna desde 2010, ha negado que sus medidas supongan un peligro para la democracia y el Estado de Derecho, como ha sugerido incluso la Comisión Europea, y ha defendido la capacidad de tomar medidas firmes para evitar un gran brote de COVID-19.
Las autoridades han elevado este jueves a 4.079 contagiados y 568 fallecidos el balance provisional de la pandemia en Hungría. El número de casos activos ronda los 947, de los cuales casi cuatro de cada diez se concentran en la zona de la capital, Budapest.
