Actualizado: domingo, 11 abril 2010 15:41

BISHKEK, 11 Abr. (Reuters/EP) -

La jefa del Gobierno de facto de Kirguistán, Rosa Otunbayeva, aseguró este domingo que está considerando el arresto del depuesto presidente Kurmanbek Bakiyev, al que instó inmediatamente a presentar su dimisión, con la advertencia de que la actual administración es incapaz de garantizar su seguridad personal.

Bakiyev se encuentra actualmente atrincherado en su residencia del sur del país tras abandonar la capital durante las trágicas protestas desatadas esta semana que se cobraron la vida de 81 personas por los disparos de las fuerzas de seguridad. "Lo que hizo Bakiyev se merece un juicio de envergadura", declaró Otunbayeva, quien informó de que "ya se han emitido órdenes de arresto contra familiares y amigos del presidente" y que, con respecto a la aplicación de esta medida sobre Bakiyev, "las opciones se están reduciendo cada minuto que pasa".

"Bakiyev tiene que entender que se encuentra atrapado", añadió la jefa del Gobierno en funciones, quien señaló que el hipotético arresto del depuesto presidente permitiría que se llevara a cabo "una investigación dentro del marco de la ley a través de su interrogatorio". Otunbayeva añadió que su Gobierno nunca empleará la fuerza contra Bakiyev. "No respaldamos esa línea de acción", aseguró.

Otunbayeva, no obstante, advirtió de que la vida de Bakiyev podría correr peligro si los familiares de las víctimas de la intervención de las fuerzas de seguridad deciden tomar represalias.

"Para ser sincera, apenas podemos contener a aquellos que están preparados para asaltar su residencia con rifles", confesó la jefa del Gobierno de Confianza Popular. "Todos los fallecidos tienen familiares y amigos. Hay gente que va a querer vengarse. Es una situación delicada. Hay que entender que no seremos capaces de garantizar personalmente su seguridad".

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