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MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, ha condenado este miércoles "con la máxima firmeza" los recientes enfrentamientos intercomunitarios en varios puntos del país, en los que han muerto decenas de personas.
En un comunicado publicado por la Presidencia, el mandatario ha prometido "una investigación" para determinar lo sucedido en los incidentes en Zoaga y Arbinda, al tiempo que ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Asimismo, ha ordenado a las fuerzas de seguridad que refuercen su presencia en estas zonas y ha abogado por "reforzar la cultura de tolerancia, paz y diálogo entre los hijos de Burkina Faso", según ha informado la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
Las declaraciones de Kaboré han llegado un día después de que las autoridades confirmaran la muerte de ocho personas en un ataque perpetrado en Zoaga durante el fin de semana. El domingo fallecieron otras siete personas en un ataque en Arbinda, cerca de la frontera con Malí.
El partido gubernamental burkinés, el Movimiento del Pueblo para el Progreso (MPP) ha detallado que decenas de civiles murieron la semana pasada en estos ataques y enfrentamientos entre comunidades durante la semana pasada en el norte del país.
El portavoz del MPP, Bindi Ouoba, ha detallado que uno de los ataques en represalia en Arbinda fue perpetrado tras el asesinato de un líder religioso y se saldaron con al menos 20 muertos.
Además, ha confirmado que un familia real local fue atacada en la provincia de Boulgou en la noche del 31 de marzo, suceso que se saldó con nueve muertos, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.
Burkina Faso ha registrado en los últimos meses una creciente actividad de grupos yihadistas. En el país operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Al Murabitún, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
También se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas. A principios de este año una serie de ataques y represalias dejó cerca de medio centenar de muertos y provocó miles de desplazados.