Las autoridades federales niegan una crisis alimentaria en un estado devastado por una de las guerras más cruentas de la historia reciente del continente
MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente en funciones de la región etíope de Tigray, Getachew Reda, ha avisado de que el estado septentrional está "al borde de una hambruna" de un calibre nunca visto en décadas, comparable a la que impulsó el legendario concierto internacional de apoyo a Etiopía, el 'Live Aid', entre 1984 y 1985.
La hambruna de esos años afectó a 7,5 millones de personas y dejó entre 300.000 y 1,2 millones de muertos, 2,5 millones de desplazados internos y 400.000 refugiados, según estimaciones de organizaciones humanitarias; una catástrofe que podría repetirse como consecuencia de la guerra de 2020-2022 entre el Ejército etíope y las antiguas autoridades del estado, el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), un conflicto que dejó entre 100.000 y 600.000 muertos, dependiendo de estimaciones del Gobierno etíope o de la Unión Africana.
"Incluso teniendo en cuenta las mejores circunstancias posibles, los legados de la destructiva guerra de Tigray han complicado la transición a la paz", escribe Getachew en un comunicado publicado en su cuenta de la red social X.
"La base económica de Tigray ha quedado diezmada, sus instalaciones sanitarias han acabado destruidas y tanto las arcas públicas como privadas han sido saqueadas", ha lamentado el que fuera portavoz del TPLF y ahora ejerce como líder de una "administración en funciones" relativamente dependiente del Gobierno etíope, con el que ha protagonizado ya múltiples encontronazos, en particular sobre el reparto de fondos nacionales.
"Como cabía esperar, el resultado ha sido muerte y hambre por todas partes. Desde la firma de los acuerdos de paz de Pretoria, en Sudáfrica", añade Getachew, "miles de tigriñas se han muerto de hambre, y estamos ante una catástrofe en ciernes que solo ha acaparado una fracción de la atención que merece".
"Si a todo eso sumamos la sequía reinante en tres zonas del estado, más las extemporáneas inundaciones y granizadas, más la habitual plaga de langostas del desierto, solo cabe decir que, en estos momentos", remacha, "millones de tigriñas simplemente aguardan el destino estremecedor que les espera: la muerte".
En declaraciones recogidas por la BBC, la Comisión Federal de Etiopía ha desmentido que exista amenaza de hambruna generalizada en el país y reiterado que el Gobierno está acumulando esfuerzos para cubrir las necesidades de todos los afectados por la sequía o las inundaciones.
