MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente de Irak, Barham Salí, ha encargado al exgobernador Adnan al Zurfi la formación de un nuevo gobierno, una tarea que ya intentó sin éxito Mohamed Allaui, que renunció hace dos semanas a dichos esfuerzos ante la imposibilidad de lograr un acuerdo político.
Al Zurfi, antiguo gobernador de la provincia de Nayaf, encabeza actualmente el grupo parlamentario de la coalición Nasr (Victoria), de la que también forma parte el ex primer ministro Haider al Abadi. Salí se ha reunido con él este martes para confiarle la salida de la crisis.
El principal cometido de Al Zurfi será la organización de elecciones parlamentarias anticipadas y resolver las peticiones "legítimas" de quienes se manifiestan desde el año pasado para reclamar reformas, según un comunicado de la Presidencia.
"Los iraquíes se merecen una vida mejor que la que tienen hoy", ha enfatizado la oficina de Salí, que ha apelado a la "responsabilidad" de todas las partes para poder salir de la actual situación de estancamiento.
Al Zurfi ya ha celebrado una primera reunión con representantes políticos chiíes de cara a iniciar el proceso de negociaciones, si bien el nombramiento ya ha recibido críticas de la Alianza Fatá, que considera una "provocación" que el presidente no tenga en cuenta el reparto de poder en el Parlamento a la hora de elegir a un primer ministro, según la agencia oficial NINA.
Por su parte, la representante especial de la ONU para Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert, ha aplaudido "la designación de un candidato a primer ministro para formar Gobierno".
"Ante unas crisis a nivel político, económico sanitario y de seguridad sin precedentes, Irak necesita de forma desesperada un Gabinete efectivo", ha señalado la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI).
Así, Hennis-Plasschaert ha destacado que "queda un trabajo duro por delante" y ha hecho hincapié en que "el apoyo de todas las fuerzas políticas es fundamental para lograr la unidad nacional y el éxito".
Irak se encuentra sumido en una grave crisis política y social a raíz de las protestas iniciadas en 2019 y que derivaron a finales de noviembre en la dimisión de quien por aquel entonces era primer ministro, Adel Abdul Mahdi.
Las movilizaciones contra la élite gobernante siguieron en las calles y a principios de febrero Salí encomendó a Allaui la formación de gobierno. Tenía hasta el 2 de marzo para completar la tarea, a la que finalmente renunció por los constantes desencuentros entre las distintas fuerzas políticas.
Cientos de personas han perdido la vida en el marco de las protestas, en su mayoría por la actuación de las fuerzas de seguridad. Una investigación de la ONG Amnistía Internacional (AI) y SITU Research ha revelado que las fuerzas iraquíes tenían intención de matar o mutilar gravemente a decenas de manifestantes cuando dispararon granadas de uso militar directamente contra la multitud en las calles de Bagdad el pasado octubre y posteriormente, durante las protestas antigubernamentales.
