Yusef Chahed
REUTERS / ZOUBEIR SOUISSI
Actualizado: martes, 21 noviembre 2017 16:20

TÚNEZ, 21 Nov. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Túnez, Youssef Chahed, ha informado este martes de que su país seguirá adelante con el programa de austeridad, que supondrá el despido de miles de funcionarios y un aumento de los impuestos, a pesar de la oposición de sindicatos y asociaciones empresariales.

Túnez está sometido a la presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de sus socios para que agilice las reformas destinadas a crear empleo y a recortar su déficit después de que el sector turístico se viera afectado por los atentados terroristas registrados en 2015.

En abril de ese año, el FMI acordó liberar una tanda de 320 millones de dólares de una línea de crédito de un total de 2.800 millones, bajo la condición de que elevara los ingresos por impuestos, redujera el gasto en salarios del sector público y recortara las subvenciones a la energía.

Como parte del presupuesto de 2018 y con la intención de reducir su déficit presupuestario, Túnez ha planteado aumentar el IVA y otros impuestos, así como despedir a unos 16.500 trabajadores del sector público en 2017 y 2018.

El Gobierno ha propuesto aplicar, a empleados y empresas, un impuesto sobre la seguridad social del 1 por ciento. La Unión Tunecina de la Industria, el Comercio y la Artesanía (UTICA) ha rechazado la propuesta del Ejecutivo y ha amenazado con cesar la actividad de las compañías.

"Buscaremos el consenso pero seguimos adelante con las reformas necesarias para reactivar la economía y no retrocederemos", ha dicho Chahed en el Parlamento en el debate presupuestario.

Chahed ha planteado la posibilidad de congelar las contrataciones en el sector público, pero la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) ha adelantado que no aceptará debido a la necesidad de contratar personal tanto en educación como en sanidad.

"Cuidado con la UGTT si la situación continúa y el resto de las partes se niegan a compartir el sacrificio", ha dicho el líder de la UGTT, Nourredine Taboubi.

Seis años después de la caída del régimen liderado por Ben Alí, Túnez ha hecho progresos en su camino a la democracia. Sin embargo, los sucesivos gobiernos no han conseguido llevar a cabo las reformas económicas necesarias ni reorganizar el gasto público.

De acuerdo con el presupuesto de 2018, el déficit se reducirá al 4,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2018, frente al 6 por ciento que se prevé para 2017. Túnez confía en que el PIB crezca un 3 por ciento en 2018 frente al 2,3 por ciento de 2017.

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