MASCATE, 24 Ene. (Reuters/EP) -
El presidente saliente yemení, Alí Abdulá Salé, quiere exiliarse en el vecino Omán pero el sultanato se muestra reacio ya que teme que ello deteriore su relación con cualquier futuro Gobierno yemení, según han informado este martes fuentes diplomáticas.
Salé abandonó Saná el domingo y se dirigió a Estados Unidos para recibir tratamiento médico tras una breve parada en Omán, si bien ha asegurado que regresará a Yemen.
Un diplomático extranjero en Mascate ha indicado que Salé ha solicitado permiso para residir en este país, información que no ha querido confirmar ni desmentir un responsable gubernamental omaní, que sin embargo sí ha reconocido que el sultanato sería reacio a darle el asilo en caso de que ello pudiera perjudicar las relaciones futuras con Yemen.
PROTESTAS EN SANÁ
En otro orden de cosas, oficiales de la Fuerza Aérea yemení han bloqueado este martes por tercer día consecutivo las principales arterias de la capital en el marco de una protesta para reclamar la renuncia de su comandante, un hermanastro de Salé, según testigos.
Cientos de personas se han congregado delante de la residencia del presidente en funciones, Abd-Rabbu Mansour Hadi, pidiendo la destitución del general Mohamed Salé al Ahmar, mientras que otros se han sentado en la carretera, impidiendo que los coches circularan.
La huelga forma parte de una ola de protestas que han sacudido Yemen en el último mes, después de que Salé accediera a entregar el poder al vicepresidente Hadi el pasado mes de noviembre gracias a la mediación del Consejo de Cooperación del Golfo.
