LONDRES, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro principal de Escocia, Alex Salmond, ha criticado la "retórica destructiva" utilizada por el Gobierno británico y la Comisión Europea para cuestionar la conveniencia de que el territorio se independice de Reino Unido y ha lamentado las "ridículas" comparaciones realizadas en los últimos meses.
Salmond ha escrito un artículo en el periódico 'New Stateman' en el que ha cuestionado la legitimidad de los partidos mayoritarios en Inglaterra para pronunciarse sobre el futuro de Escocia. En este sentido, ha lamentado que los escoceses "hayan estado gobernados desde Westminster" en las últimas décadas.
Sobre esta base, el ministro principal ha defendido la gestión que realiza su Gobierno y el Parlamento de Escocia, hasta el punto de que ha asegurado que el territorio sería, en caso de que el triunfe el 'sí' en la consulta independentista del 18 de septiembre, "una de las naciones más ricas del planeta".
Salmond ha repasado algunos de los asuntos más polémicos que sobrevuelan sobre la hipotética independencia, como la libra, un tema sobre el que ha insistido en que tanto Escocia como el resto de Reino Unido deberían estar interesados en conservar la unidad monetaria. La libra, ha añadido, "no es propiedad" ni del Gobierno ni de los partidos de Londres, ya que "es tan de Escocia como del resto de Reino Unido".
Salmond ha enmarcado las advertencias del Ejecutivo de David Cameron sobre la libra dentro de una "retórica destructiva" en la que también ha incluido al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que realizó una "ridícula" comparación entre Escocia y Kosovo.
"Siempre hemos aceptado que depende de los Estados miembros decidir el camino para la integración de Escocia como país independiente. Siempre hemos aceptado que habrá negociaciones", ha asegurado, en un mensaje con el que ha querido insistir en que su Gobierno no da nada por sentado en relación a la adhesión europea.
En este sentido, Salmond ha recordado a Barroso que los escoceses se pronunciarán sobre su futuro en una votación "democrática", pactada con el Gobierno británico y cuyo resultado se han comprometido a aceptar las dos partes.
"No hay ningún tratado europeo que permita la retirada de cinco millones de ciudadanos de la UE contra su voluntad sólo porque participaron en un voto legal y democrático sobre cómo deberían ser gobernados", ha apostillado el ministro principal escocés, después de que Barroso advirtiese de que sería "extremadamente difícil, si no imposible" que una Escocia independiente se uniese al bloque comunitario.