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Actualizado: sábado, 10 agosto 2019 23:59

El Consejo de Transición del Sur se hace con los campamentos militares y el Palacio Presidencial tras cuatro días de combates

La insurgencia huthi reclama una nueva renegociación de los términos de paz mientras la coalición liderada por Arabia Saudí impone el toque de queda en la ciudad

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

Los separatistas de Yemen se han hecho este sábado con el control del Palacio Presidencial y los campamentos del Ejército yemení en Adén, la sede del Gobierno reconocido por la comunidad internacional contra la insurgencia huthi, tras una serie de combates que han dejado unos 38 muertos en cuatro días y que han supuesto un vuelco a la situación después de cuatro años de un conflicto que ha degenerado en una de las mayores catástrofes humanitarias del mundo.

El golpe de Estado, como lo han reconocido las autoridades yemeníes, comenzó el pasado miércoles, con el inicio de los enfrentamientos entre el Ejército yemení contra unas milicias llamadas Cinturón de Seguridad, a las órdenes del Consejo de Transición del Sur, un movimiento separatista que decidió, en su momento, prestar ayuda al Gobierno yemení con la confianza de que el presidente del país, Abd Rabbu Mansur Hadi, recompensaría su intervención contra la insurgencia -- el gran enemigo común -- con un estatuto de independencia.

Sin embargo, la coalición interna de fuerzas yemeníes terminó por romperse hace unas semanas cuando un tercer grupo en discordia, los islamistas de Al Islá, también aliados de Hadi pero radicalmente opuestos a los independentistas en sus perspectivas de futuro para el país, rompieron sus promesas de alto el fuego y efectuaron múltiples ataques contra los separatistas.

Entre estos ataques destacó el efectuado la semana pasada contra un desfile de las milicias que se vio interrumpido por la explosión de un cohete presuntamente lanzado por los islamistas y que mató a 36 guerrilleros.

Como represalia, la milicia separatista intentó entrar el pasado miércoles por vez primera en el Palacio Presidencial de Adén, un acto simbólico de fuerza aprovechando que Hadi se encuentra exiliado en Arabia Saudí, líder de la coalición internacional que auxilia al Gobierno yemení.

Tras conocer el intento de los separatistas de entrar en el Palacio Presidencial, el Gobierno yemení acusó de sedición al líder de la milicia, Aidarus al Zoubaidi, precisamente antiguo gobernador de Adén, que el año pasado ya protagonizó un levantamiento contra el presidente Hadi y que se saldó con 40 muertos.

Para complicar todavía más las cosas el Consejo de Transición del Sur recibe apoyo directo de Emiratos Árabes Unidos, miembro de la coalición internacional que auxilia al Gobierno de Hadi.

Emiratos decidió retirarse de Yemen el mes pasado, cansados según los expertos de combatir en tierra mientras el principal agente de la coalición, la Fuerza Aérea saudí, se dedicaba a efectuar bombardeos desde la seguridad que le conferían los cielos.

Otros expertos consultados por Reuters recuerdan la faceta internacional de un conflicto considerado como una "guerra por terceros" entre Arabia Saudí e Irán, el apoyo principal de los insurgentes huthis.

De hecho, estos especialistas recuerdan que Emiratos ha recibido presiones de Estados Unidos y otros países occidentales para retirarse del conflicto, reducir las hostilidades, y no alimentar así las tensiones con la república islámica, ahora mismo en un punto álgido.

SIGUEN LOS COMBATES

Los combates de este sábado se han centrado, de hecho, en el barrio residencial de Crater, que se encuentra a medio camino del Palacio Presidencial y el Aeropuerto Internacional de Adén. Se han registrado, además, escaramuzas en otro vecindario donde residía el ministro del Interior yemení, Ahmed al Mayssari, que aprovechó un receso de las hostilidades para escapar.

Según el consejo separatista, el Palacio Presidencial está prácticamente bajo su control. Testigos de la agencia Reuters han confirmado la presencia de milicianos en el interior del edificio y solo queda por garantizar una cesión pacífica de las instalaciones.

Asimismo, la residencia del ministro del Interior también se encuentra bajo control de Cinturón de Seguridad.

La ONG Consejo Noruego para los Refugiados recuerda que los enfrentamientos han acorralado a miles de residentes de la ciudad en sus casas sin comida ni agua, y que Adén es una escala imprescindible para la llegada de ayuda a un país que atraviesa una situación humanitaria catastrófica.

Este mismo sábado, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha pedido a todas las partes involucradas que participen en "un diálogo integral" para zanjar inmediatamente el conflicto y centrarse en otro punto clave, la ciudad portuaria de Hodeida, al norte de Adén, escenario de un complicado proceso de negociación con los huthis para asegurar la entrada de ayuda.

Sin embargo, la nueva situación ha provocado un giro de acontecimientos. Los huthi han reaccionado envalentonados a la aparente victoria del golpe de Estado. "Es hora de que las principales potencias convoquen una negociacion constructiva que convenza a todas las partes con vistas a la creación de un estado federado", ha escrito el vice ministro de Exteriores insurgente Husein al Azzi, en su cuenta de Twitter.

Arabia Saudí, por contra, ha instado a los separatistas del Consejo de Transición del Sur que "vuelvan inmediatamente a sus posiciones originales y se retiren de las que han tomado" en las últimas horas, según ha manifestado el portavoz de la coalición, Turki al Malki.

Para facilitar esta labor, la coalición ha ordenado un alto el fuego que entrará en vigor esta medianoche -- hora peninsular española --.

HOSPITALES DESBORDADOS

Médicos sin Fronteras (MSF) ha alertado de que su hospital en Adén encuentra completamente desbordado de pacientes heridos durante los últimos días de combates, según ha informado la organización en un comunicado.

"En menos de 24 horas, Médicos sin Fronteras ha atendido a 119 pacientes, 62 de los cuales requerían atención de emergencia", según la nota, donde se precisa que la mayoría son civiles, entre ellos una mujer embarazada de ocho meses.

La directora de programas de la ONG, Caroline Seguin, ha confirmado la muerte de al menos cinco personas en sus hospitales, entre ellas un niño. "La ciudad es un auténtico campo de batalla. Podemos escuchar cómo se mueven los tanques por las calles, y el ruido de la artillería pesada", ha añadido.

"Nuestro hospital está abarrotado hasta sus límites. Nuestros equipos trabajan día y noche sin reemplazo. La ciudad está paralizada y algunos de nuestros empleados no pueden llegar aquí porque los combates son realmente cruentos y las carreteras están cortadas", ha añadido Seguin.

El aeropuerto de la ciudad está cerrado y el puerto, el único plenamente funcional del país para la entrada de ayuda, está bajo amenaza. "Si la situación sigue así, existe el riesgo adicional de que los precios se disparen y que la gente no pueda comprar bienes básicos de subsistencia, que de por sí son muy caros por la inflación", ha añadido.