NUEVA YORK, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad trató en una sesión celebrada anoche a puerta cerrada la cuestión del conflicto de Somalia y concluyó que deberán apoyar al Gobierno de transición que ahora ejerce el control efectivo del país con la ayuda del Ejército etíope, pero que de momento se mostrarán cautos con la posibilidad de aprobar el despliegue de una fuerza de paz.
Los representantes de los quince miembros del Consejo escucharon la presentación de un informe del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y al primer ministro somalí, Alí Mohamed Gedi. Gedi pidió el despliegue urgente de una fuerza de pacificación. "Somalia es un cruce de caminos clave y este es el momento justo para que el Consejo de Seguridad ayude a mantener la paz y la seguridad en la región", indicó en declaraciones a la agencia misionera Misna.
El embajador británico ante la ONU, Emyr Jones Parry, ya anticipó antes de la reunión la postura que adoptaría el Consejo. "No puedes desplegar fuerzas de mantenimiento de la paz si no hay paz que mantener, esa es la realidad", dijo.
En rueda de prensa posterior al encuentro, el primer ministro somalí mostró su decepción. "No es justo decir 'conseguid la paz y entonces iré a mantenerla'. No es correcto ignorar los intereses del pueblo somalí", insistió. "Nos dan promesas, pero lo que necesitamos es acción", concluyó.
De la reunión se filtró que el Consejo de Seguridad reiteró la necesidad de completar el despliegue de la fuerza de pacificación de la Unión Africana en Mogadiscio. Esta fuerza cuenta en este momento con unos 1.500 efectivos ugandeses aunque estaba previsto que contara con 8.000 miembros.
Sin embargo, los miembros del Consejo subrayaron la importancia de la conferencia nacional de reconciliación prevista para el mes próximo en Mogadiscio.
