Actualizado: jueves, 20 agosto 2015 18:05

DAR ES SALAM (TANZANIA), 20 Ago. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Tanzania ha suspendido aproximadamente a una cuarte parte de sus agencias de empleo como medida contra el tráfico de personas, tras las quejas de que chicas que fueron enviadas como sirvientas domésticas a Oriente Próximo han sido usadas como esclavas sexuales y forzadas a trabajar sin recibir ningún salario.

Bajo la creciente presión, el secretario de la Secretaría Contra el Tráfico de Personas del Gobierno, Seperatus Fella, ha anunciado que el Ejecutivo ha suspendido esta semana a 70 agencias de selección de personal tras recibir quejas sobre la explotación en Oriente Próximo.

El Centro de Derechos Humanos y Legales de Dar es Salam ha detallado que las agencias de selección de personal a menudo pagan por las niñas entre 100.000 y 200.000 chelines tanzanos (de unos 420 a unos 840 euros) por los costes de transporte y las tasas, pero a menudo no saben qué trabajo van a desempeñar.

"La mayoría de estos niños y niñas son objeto de explotación sexual, trabajan como sirvientes domésticos y camareros y algunos son enviados a trabajos forzosos en fábricas, granjas y minas bajo muy malas condiciones", ha asegurado Fella.

Swaumu Ali, de 23 años, una empleada del hogar, encontró un trabajó en Arabia Saudí a través de una de estas agencias, pero volvió recientemente tras ser usada como esclava sexual. Ali ha instado a otras mujeres a no callarse cuando abusen de ellas.

ESCLAVA SEXUAL

"Cuando llegué a Omán, no sabía qué estaba pasando, pero terminé siendo una esclava sexual. Mi empleador masculino y sus parientes mayores me usaron como quisieron", ha criticado Ali.

La joven ha asegurado que fue forzada a trabajar durante 18 horas al día en tareas domésticas y cuidando a parientes ancianos de su jefe. Cuando pidió un salario, este se negó a pagarle y le confiscó su pasaporte y su teléfono móvil.

"Me consideraron una prostituta así que me quedé en las habitaciones del servicio fuera de la casa principal", ha relatado Ali, quien se marchó después de que un vecino diera parte de su situación a autoridades de la Embajada de Tanzania.

Hay 300 agencias de selección de personal en Tanzania, según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Desarrollo Humano, con empleadas domésticas tanzanas populares en Omán debido a los lazos históricos.

Said Kilufya, de una de las agencias suspendidas, ha protestado por la propuesta del Gobierno, diciendo que no se le ha consultado. "No creo que sea justo prohibir organizaciones que están operando legalmente sin darles una oportunidad de defenderse por los presuntos delitos", ha denunciado.

LA MEDIDA NO ES SUFICIENTE

La propuesta del Gobierno de Tanzania se produce tras el informe de 2014 sobre tráfico de personas publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, que acusa al país africano de no hacer lo suficiente para solucionar el problema.

El informe afirma que la explotación de niñas en el servicio doméstico fue el mayor problema de la trata de personas en Tanzania, aunque también se han incrementado en la frontera con Kenia los casos de niños explotados sexualmente.

El Gobierno tanzano ha defendido su ausencia de acción argumentando que la trata es un negocio de multinacional complejo que es difícil de controlar. No obstante, su decisión de suspender a algunas agencias de empleo ha sido bienvenida por algunos activistas.

La Ley Contra el Tráfico de Personas de 2008 de Tanzania prohíbe todo tipo de tráfico con castigos desde uno hasta diez años de prisión, una multa de 1 a 30 millones de chelines tanzanos, o ambos. Los críticos, sin embargo, han dicho que estas penas no son acordes con otros crímenes graves y que no suponen una disuasión.

Organizaciones en defensa de los Derechos Humanos han mostrado su preocupación porque la trata a menudo es facilitada por las agencias de selección de personal, por familiares y por intermediarios que seducen a la gente con promesas de trabajos lucrativos, pero los retienen para la servidumbre doméstica y la prostitución.

Tanzania es conocido internacionalmente como un país de origen para el tráfico de niñas y niños que pueden llegar a convertirse en víctimas de la explotación sexual y el trabajo forzoso.

A pesar de las rigurosas leyes contra el tráfico de personas de los países de África oriental, la explotación de niñas continúa siendo incesante, según los activistas, que acusan al Gobierno de no hacer lo suficiente para detener la trata tanto nacional como trasnacional.

La Organización Internacional del Trabajo estima que a nivel global hay 21 millones de víctimas de trabajos forzosos o del tráfico de personas, entre ellos 5,5 millones de niños.

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