Actualizado: jueves, 7 diciembre 2017 21:10

Tusk anuncia una comparecencia a primera hora del viernes y Bruselas baraja una "posible visita" de May

BRUSELAS, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea ha intensificado los contactos con Londres y Dublín en las últimas horas en un intento por salvar los escollos en la solución para la frontera del Úlster que permitiría cerrar un principio de acuerdo sobre las bases del divorcio del Brexit en las próximas horas.

"Estamos haciendo progresos, pero no estamos del todo ahí aún", ha indicado el portavoz jefe de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en referencia a un posible acuerdo sobre las condiciones de salida de Reino Unido de la UE.

El jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, ha estado al teléfono en las últimas horas con la primera ministra británica, Theresa May, y con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.

Los contactos al más alto nivel y entre equipos negociadores seguirán "a lo largo de la noche", ha avisado el portavoz comunitario, quien ha apuntado que es "posible" que a primera hora del viernes se produzca en Bruselas una reunión entre Juncker y May.

También a primera hora del viernes tiene previsto comparecer el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, para hacer "balance" de la situación, "sea cual sea" tras la intensa noche de negociaciones, según han indicado fuentes europeas.

La institución que preside Tusk tan solo ha informado de que el polaco hará una declaración (sin preguntas) a las 07:50 horas del viernes desde la sede del Consejo europeo.

Este último impulso se produce a una semana de que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnan los días 14 y 15 en una cumbre en Bruselas.

Se espera que en la segunda jornada decidan si dan por buenos los avances y abren la segunda fase de la negociación, que permitiría abordar el marco futuro de las relaciones, o por el contrario constatan el fracaso por cerrar las bases del Brexit.

FRONTERA IRLANDESA

A principios de semana las partes estuvieron a punto de concluir un principio de acuerdo sobre las tres prioridades del Brexit --derechos de los ciudadanos comunitarios, factura de salida para Reino Unido y garantías de que no se endurecerá la frontera irlandesa--, pero la cuestión irlandesa frustró el anuncio.

La solución apuntaba a reconocer un estatus especial para Irlanda del Norte, de modo que se evitarán las "divergencias regulatorias" con su vecina Irlanda, a pesar de que Reino Unido abandone el mercado único y la unión aduanera.

Esta posibilidad, que habría convencido a Londres y Dublín, se tornó en un "problema doméstico" para la 'premier' Theresa May, según fuentes conocedoras de la situación, y provocó las críticas del Gobierno irlandés al ver frustrado el acuerdo.

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