El Vaticano expresa "estupor y pesar" ante la sentencia de Estrasburgo

Crucifijo en las aulas
Reuters
Actualizado: martes, 3 noviembre 2009 21:41


ROMA, 3 Nov. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -

El Vaticano acogió este martes con "estupor y pesar" la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo (Francia), contra la presencia de los crucifijos en las aulas al considerarla una "violación" de la libertad religiosa.

En declaraciones a la Radio Vaticana y a la televisión pública italiana, el director de la sala de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, consideró "sorprendente que un tribunal europeo intervenga tan duramente sobre una materia ligada muy profundamente a la identidad histórica, cultural y espiritual del pueblo italiano".

"No es así como se nos atrae a amar y a compartir más la idea europea que como católicos italianos hemos apoyado fuertemente desde sus orígenes", afirmó Lombardi, agregando que "parece como si se quisiera desconocer el papel del cristianismo en la formación de la identidad europea, que, en cambio, ha sido y sigue siendo esencial".

Según el portavoz vaticano, "el crucifijo ha sido siempre un signo de ofrecimiento de amor por parte de Dios y de unión y acogida hacia toda la Humanidad", por lo que "nos disgusta que sea considerado como un signo de división, exclusión o limitación de la libertad". "No es esto y ese no es el sentir común de nuestra gente", remarcó.

En particular, consideró "grave" el hecho de que se quiera "marginar del mundo educativo un signo fundamental de la importancia de los valores religiosos en la historia y en la cultura italiana".

"La religión contribuye de un modo precioso a la formación y el crecimiento moral de las personas y es un componente esencial de nuestra civilización" por lo que "es equivocado y miope intentar excluirla de la realidad educativa", consideró Lombardi.

El portavoz del Vaticano comentó así la decisión tomada hoy por el Tribunal de Estrasburgo que da la razón a una ciudadana italofinlandesa que llevaba desde 2002 luchando con la Justicia para conseguir que fueran retirados los crucifijos de la escuela del norte de Italia donde estudiaban sus hijos.

En cambio, la Unión de Ateos y Agnósticos Racionalistas de Italia (UAAR), que fueron quienes apoyaron a la mujer durante este largo recorrido judicial, definió la sentencia como "una victoria para la laicidad". El Ejecutivo italiano, no obstante, que actualmente está gobernado por el centro derecha, anunció que recurrirá la sentencia.