MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que la lucha contra el terrorismo debe respetar "plenamente" las reglas "morales y jurídicas", durante una audiencia con los más de 200 participantes del encuentro de la Internacional Democrática de Centro y Demócrata Cristiana (IDE), indicó el servicio de información del Vaticano.
Durante dicha reunión, celebrada en el palacio apostólico de Castelgandolfo, el Papa señaló que "la sociedad tiene derecho a defenderse" del terrorismo, "pero este derecho, como cualquier otro, se debe ejercer siempre respetando plenamente las reglas morales y jurídicas, incluso en lo concerniente a la elección de los objetivos y los medios". "En los sistemas democráticos el uso de la fuerza no justifica jamás la renuncia a los principios del estado de derecho", insistió.
En esta línea, añadió que la doctrina social de la Iglesia ofrece "elementos de reflexión útiles para promover la seguridad y la justicia en ámbito nacional e internacional, partiendo de la razón, del derecho natural y también del Evangelio".
Asimismo, alentó a los políticos a seguir "sirviendo el bien común" y a esforzarse para que "no se difundan ni refuercen las ideologías que ensombrezcan o confundan las conciencias ofreciendo una visión ilusoria de la verdad y el bien", como "en el campo económico, donde existe una tendencia que identifica el bien con el beneficio y de esa forma disuelve la fuerza del "ethos" desde el interior".
"Algunos piensan que la razón humana es incapaz de discernir la verdad y por tanto de perseguir el bien que corresponde a la dignidad de la persona" mientras otros legitiman "la eliminación de la vida humana en su fase prenatal o terminal", indicó. También consideró "preocupante" la crisis de la familia, "célula fundamental de la sociedad fundada en el matrimonio indisoluble de un hombre y una mujer".
Con respecto a la defensa de la libertad religiosa, el Pontífice recordó que se trata de un derecho fundamental "irrevocable, inalienable e inviolable" y subrayó que "el ejercicio de esa libertad abarca también el derecho de cambiar de religión, que debe garantizarse no sólo jurídicamente sino en la práctica cotidiana".
"Hay aspiraciones y exigencias de todos los seres humanos que encuentran respuesta y comprensión solamente en Dios. No se puede excluir por tanto a Dios del horizonte del ser humano y de la historia. Por eso, hay que dar cabida al deseo común de todas las tradiciones auténticamente religiosas de mostrar públicamente su identidad, sin verse obligados a esconderla o mimetizarla", apuntó.