BUCAREST 13 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Rumanía, Traian Basescu, ha viajado este jueves a Bruselas, para participar en el Consejo Europeo, lo que ha provocado el retraso de las conversaciones para formar un nuevo gobierno cuatro días después de las elecciones y mantiene al país en vilo sobre si el jefe de Estado nombrará a Victor Ponta, primer ministro en funciones y cuyo partido venció en los comicios, de nuevo jefe del Ejecutivo.
La Unión Social-Liberal (USL), de centro-izquierda, ganó las elecciones legislativas con el 54 por ciento de los votos, lo que le asegura la mayoría absoluta en el Parlamento, mientras que la Alianza para una Rumanía Justa (ARD), de centro-derecha, se adjudicó el 19 por ciento de las papeletas; y el Partido Popular-Dan Diaconescu, obtuvo entre el 10 y el 13 por ciento de los sufragios.
Basescu es el encargado de elegir a la persona que debe formar Gobierno y, aunque el sistema electoral rumano favorece a las mayorías electorales, es probable que el presidente haga la propuesta a uno de sus aliados políticos, a pesar de la victoria del USL en las urnas.
Ponta intentó este año apartar del poder al presidente, pero tras las críticas del Tribunal Constitucional de injerencia en la justicia y las llamadas a la calma desde la Unión Europea, Basescu no pudo ser apartado del poder debido a que en el referéndum revocatorio no hubo suficiente participación, aunque ganó el 'Sí' a la expulsión del jefe del Estado del cargo.
Varios analistas han criticado este contencioso entre el presidente y el primer ministro, que no se ha solucionado con la celebración de comicios, en un momento en el que Rumanía debe aprobar una serie de reformas estructurales para poder recibir un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Basescu permanecerá hasta el viernes en Bruselas, donde participa en las reuniones del Consejo Europeo. Ponta también se encuentra en Bruselas en una reunión de los socialistas europeos.
Con la proximidad de las Navidades, algunos expertos ya descartan que haya nuevo gobierno antes de 2013. Algunos analistas han señalado que Basescu solo está retrasando lo inevitable ante el gran triunfo en los comicios de la USL.
Según la ley del país, Ponta y su Gobierno permanecerán en el poder hasta que el Parlamento nombre a un nuevo jefe del Ejecutivo. Si no se consigue suficiente mayoría en dos votaciones, se deberán celebrar elecciones en los 60 días después de realizar la primera votación fallida.