Santa Cruz de Tenerife, 1 Dic. (EP/IP) -
El director de Renta 4 Tenerife, Francisco Javier Torres, descarta que se produzca una crisis inmobiliaria en las islas. "Es muy improbable" debido al buen clima y la escasez del territorio edificable, asegura. En cambio, Torres alerta que puede aumentar el número de constructoras en situación de suspensión de pago pero matiza que el cambio del ciclo económico "no es un problema sino una necesidad". La economía, explica, "necesita ese tipo de ajustes de vez en cuando; es bueno que haya ocurrido". La situación "originará oportunidades de inversión".
El directivo advierte de que "comienza a haber familias que no pueden enfrentar el pago de las hipotecas" en la región y, aunque sigue tratándose de un porcentaje "pequeño" de deudores, sus incumplimientos "afectan la liquidez de las instituciones que les otorgaron los préstamos". La situación se ha originado porque "la banca fomentó la contratación de hipotecas con tasas muy buenas; las tasaciones se ajustaban a lo que necesitaba el comprador en una actitud un poco alegre".
Si se le pregunta a un intermediario inmobiliario, "dirá que hay una crisis en el archipiélago porque los pisos no se venden como antes" pero las cifras de negocio en España "superan a las de Francia y Alemania juntas". Lo que pasa, explica Torres, es que en el mercado español "ha habido un gran dinamismo en el mercado que no era normal y ahora se produce una corrección". Torres apunta que los constructores están "acostumbrados" a un ritmo de obras que no es normal". Por ese motivo, "es muy fácil" que empresas sin solvencia ni experiencia enfrenten problemas en el futuro, "como las suspensiones de pago o, incluso, la quiebra".
Es "insostenible" que la revalorización de una casa sobre plano alcance el 25 por ciento en dos meses. En cambio, la desaceleración del mercado inmobiliario "no es mala para la mayoría de los canarios" debido a que "sólo se notará en que las propiedades tardarán más en venderse pero no habrá pérdidas de valor".
El directivo matiza que ese pronóstico "vale para el dueño de su casa; los que mantienen varios inmuebles para 'engordarlos' sí deberían estar preocupados" porque quizás tengan que vendar alguno "con premura y a la baja". Para la mayoría, en cambio, "el valor de las hipotecas nunca será más alto que el de las propiedades".
Los que vendan "con calma" podrán esperar una revalorización "normal" y "no como las que ha habido durante los últimos años en Canarias". Hasta el momento, ha habido un ciclo con intereses bajos reales negativos y una actitud "alegre" por parte de las entidades financieras que promovieron el negocio inmobiliario "pero ahora la financiación disminuye y los tipos están más altos".
Las viviendas con "más salida" serán los pisos de dos habitaciones y los apartamentos dirigidos al segmento de la clase media. Por el contrario, las casas de varios dormitorios y en buenas zonas "tardarán mucho en venderse". También será así para los chalés y los adosados "y muy especialmente en el caso de las grandes casas". Sus dueños "venderán por lo que el mercado dicte, bajarán el precio inicial y así surgirán las grandes oportunidades para el inversor".
Quienes hayan comprado hace poco "hipotecados y al límite de su capacidad de endeudamiento" estarán ahora "asustados" ante una "posible" bajada de precios inmobiliarios. Torres los tranquiliza al señalar que "las casas no valdrán menos, aunque ahora mismo el mercado no pague el valor esperado".
Para Torres, el Banco Central Europeo (BCE) "debió haber subido los tipos en septiembre, como estaba previsto" porque al no hacerlo "reconoció que la crisis de las 'subprime' era, en realidad, una crisis mayor".
