CALAHORRA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El director general de Emergencias, Salvador Díez, ha querido valorar las "decisiones correctas y perfectas" que han ayudado a la extinción del fuego tras las explosiones producidas ayer en una planta de biodiésel de Calahorra que se saldó con dos muertos. Por su parte, el sargento de zona, Rubén Garrido, ha reconocido que "fue un trabajo difícil. Fue una situación dantesca pero tuvimos una gran gestión de los recursos y gracias a ello pudimos atajarlo".
Salvador Díez y Rubén Garrido han comparecido esta mañana ante los medios de comunicación para informar de la situación actual de la planta de biodiésel aunque, como han reconocido, "las causas del siniestro todavía se desconocen". En primer lugar, ambos han querido trasladar sus condolencias a las víctimas de los dos fallecidos en el suceso.
Además, Díez ha dicho, en estos momentos, "el fuego está extinguido, no existe peligro y los parques de bomberos de Calahorra y Arnedo estarán pendientes de la situación. Cuando ésta mejore, la Guardia Civil y la investigación policial determinarán las causas".
Durante su intervención, el director general de Emergencias ha querido desgranar los pasos que se siguieron tras conocer el suceso. "En cuanto se produjo la explosión, se activaron todos los recursos logísticos de bomberos, Policía Local, Guardia Civil... el principal problema fue conocer lo que contenían cada uno de los tanques afectados para activar un plan u otro. Cuando se nos informó de que contenían biodiésel, metanol y aceites se decidió activar el nivel 1 de PLATERCAR (Plan Territorial de Protección Civil de La Rioja) por si pudiese explotar o incendiarse el tanque de metanol".
A partir de ahí, "el puesto de mando avanzado mantuvo diferentes reuniones constantes y se solicitó ayuda a bomberos del País Vasco y Navarra". A todos ello, ha dicho, "quiero dar la enhorabuena por su trabajo" así como a los bomberos de AENA.
SE ACTUÓ CON AGUA Y ESPUMA
Además, ha querido valorar "las decisiones" que ayudaron a la extinción del fuego como "actuar con agua y con espuma". Como ha destacado "se tuvo que esperar durante un tiempo determinado para tener más espuma y actuar en el fuego inferior. La espuma fue trasladada por los bomberos de Bilbao y con esa cantidad suficiente se pudo actuar ante las temperaturas tan altas que ocasionaban peligros para el resto de tanques".
Con ello, ha continuado, "se refrigeró el tanque de metanol y de otros aceites para que la temperatura no produjera fuegos peligrosos que hubiesen ocasionado más desastres".
Finalmente, ha defendido, "estamos orgullos de los medios que intervinieron ayer porque la situación podía haber sido mucho peor. Fue una situación comprometida pero, afortunadamente, hay que decir que el viento estuvo a favor durante todo el día porque si no hubiera sido afectada la localidad de Calahorra por el humo que podría ser tóxico para las personas vulnerables".
Por su parte, Rubén Garrido ha explicado que para la extinción del fuego "contamos con una tablas con unas tasas de aplicación y lo primero que hicimos fue bajar la carga de fuego. Cuando llegamos a esa tasa de aplicación, echamos espuma a gran caudal y así conseguimos apagarlo".
"Fue un trabajo difícil y agradezco a todos los bien que trabajaron. Fue una situación dantesca, fuego, metanol al lado, nos quedábamos sin agua... al principio teníamos poco recursos que aumentaron... pocas veces se viven estas situaciones pero tuvimos una gran gestión y gracias a ella pudimos extinguirlo".
