La Policía detecta dos llamadas que sitúan al acusado en Lardero el día de la desaparición de Vanesa

LOGROÑO 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El primero de los agentes que ha comparecido hoy en el juicio del 'Caso Vanesa', miembro de la investigación, ha dado a conocer dos llamadas, hechas desde el móvil del acusado, que se sitúan en Lardero, al mediodía, el día en que desapareció Vanesa, 30 de octubre de 2009.

La Audiencia Provincial de Logroño juzga, desde el martes, a Borja M.M, por un delito de asesinato, después de que su ex mujer, Vanesa, apareciera muerta en el Ebro. En la mañana de hoy, se han desvelado las llamadas que hizo el acusado desde su móvil en las horas en que desapareció Vanesa.

En concreto, tal y como ha revelado el agente, entre las 11:55 y las 12:20 hizo una llamada en la calle Avenida de la Paz; a las 12:21 en Jorge Vigón; y dos posteriores en Lardero (localidad donde vivía Vanesa), la última a las 15:30 horas de la tarde.

Después, hay registrada otra en el repetidor de Viana, previsiblemente mientras iba a Oyón, con su hija, a recoger a otros nenes para celebrar Halloween cenando.

CONOCÍA CÓMO ESTABA EL CADÁVER Y DÓNDE ESTABA VANESA

El policía ha dado otras dos claves. Tras corroborar el relato desvelado ayer por otro agente, en el que Borja confesaba haber matado "accidentalmente" a Vanesa tras ser detenido, ha dicho que es "imposible" predecir "cómo va a aparecer un cadáver" en el río y que lo habitual es que aparezcan con ropa. Pero Borja sabía que iba a aparecer sin ropa.

Además, el agente ha contado que el 1 de noviembre se les levantó la primera "alerta" de que Borja era responsable. Así, cuando fueron a su domicilio, el acusado tardó en abrir (aunque oyeron sonar el móvil dentro) y, cuando por fin abrió, con la niña en brazos, dijo que Vanesa "está de viaje, ya aparecerá".

"Ya aparecerá, acostumbra a desaparecer", dijo a los agentes. El policía ha explicado en el juicio de hoy que "no estaba nada preocupado", de hecho, lanzó mensajes para que los agentes no se preocuparan.

Sin embargo, luego reconoció haber estado en casa de Vanesa dos días antes, a las 8,15 horas de la mañana, para recoger a la hija. Vanesa ya había vuelto de su viaje y el sábado 31, al día siguiente de su desaparición, tenía que trabajar.