MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una acusada de estafar a tres pastores de la Iglesia Evangélica ha negado este viernes en el juicio los cargos que se le imputan por apoderarse de más de 46.000 euros bajo la excusa de necesitar dinero para cobrar una herencia de 12 millones de dólares que estaba depositada en la aduana y que había recibido de un fabricante de diamantes fallecido en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas.
La historia ha sido calificada como "una gran mentira" por parte de los agentes de la Policía Nacional que investigaron el timo. "Desde el principio la cosa olían a estafa. Había muchas cosas que no casaban", ha manifestado uno de los policías que ha comparecido en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid.
Preferida M.H. se ha sentado en el banquillo de los acusados por un delito de estafa, falsificación en documento y simulación de delito. La procesada se enfrenta a una petición fiscal de seis años de cárcel y al pago de una multa de 4.320 euros, así como indemnizar las cantidades estafadas.
En su declaración, la mujer ha negado a preguntas de su abogado haber solicitado dinero a tres pastores de la Iglesia Evangélica, así como haber falsificado los documentos de la aduana del aeropuerto en el que se fijaban unas tasas para poder sacar unos baúles que en su interior guardaban hasta 12 millones de dólares.
Una de las víctimas ha relatado que recibió una llamada de un Pastor de la Iglesia Evangélica de República Dominicana en la que le pedía que ayudara a una amiga. Así, la procesada se comunicó con él y le pidió 15.000 euros para pagar las tasas, asegurando que como contraprestación le daría 60.000 euros una vez que cobrara la herencia.
"Tras la entrega del dinero, no la volví a ver. Se lo entregué inocentemente. Fue un error mío, lo asumo. Confié totalmente porque el pastor era un conocido de mi país", ha contado el estafado.
De igual modo, otros dos pastores de la Iglesia Evangélica han narrado el mismo relato. En uno de los casos, las víctimas no se fiaron de la mujer y acudieron a la Policía a denunciar los hechos.
Sin embargo, la procesada decidió acompañarlos simulando que ella había sido víctima del engaño y presentó una denuncia como perjudicada, lo que determinó que las autoridades policiales comenzaran la investigación de los hechos.