COLLADO VILLALBA, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Collado Villalba declarará el estado de ruina y la demolición inminente de las viviendas desalojadas en el barrio de la Estación, tras recibir el resultado concluyente de los informes técnicos que revelan el "agotamiento de los materiales de construcción".
Según ha declarado el alcalde de Villalba, José Pablo González, en declaraciones a Europa Press, esta drástica decisión busca garantizar la seguridad de las personas y las viviendas anexas a los números 17 y 19 de la calle Maestro Serrano del municipio, tras la aparición de profundas grietas en la estructura del edificio durante el fin de semana.
"Es una decisión tremendamente dura pero que hay que tomar con arreglo al cumplimiento de la Ley a tenor de los informes", ha manifestado, al tiempo que ha añadido que no se conocen las razones de esta situación pero se ha puesto en evidencia el "colapso" de los materiales. Esta decisión ha sido comunicada hoy mismo a los vecinos afectados.
Las 16 viviendas, cuyos inquilinos han sido desalojados desde la madrugada del sábado, se encuentran ahora cerradas bajo estricta prohibición de acceso por peligro de derrumbe. De hecho, el Equipo de Gobierno intentó ayer martes montar un dispositivo para que una sola persona de cada familia pudiera recoger sus pertenencias, pero los bomberos prohibieron cualquier entrada en los domicilios.
En cuanto a las responsabilidades que decaen de esta anómala situación, el alcalde recordó que se trata de una propiedad particular, aunque ésta sea horizontal. "Si fuese un chalet nadie tendría duda de que sería el propietario quien lo tendría que reconstruir", ha añadido. El edificio no había sido sometido a la Inspección Técnica de Edificios por no cumplir la edad mínima de 40 años.
No obstante, ha destacado que el Ayuntamiento prestará ayuda social y asesoría legal a los afectados para que se cumpla lo establecido en la póliza de seguro de los propietarios. "El seguro que tienen debe cubrir tanto los gastos de demolición como la restitución a nuevo del edificio en las condiciones establecidas en la póliza", ha explicado, al tiempo que añadió que "el Ayuntamiento sólo debe tramitar el desalojo preventivo, el informe de ruina inminente y el derribo, dentro de las medidas de disciplina urbanística del Ayuntamiento".
Los servicios municipales están realizando una ficha de cada uno de los vecinos afectados para ver si tienen dónde alojarse, manutención, si son inquilinos o propietarios, etc... con el objetivo de que sean atendidos oportunamente por sus compañías de seguro, "que es quien tiene la responsabilidad de asumir los costes hasta donde estén garantizando en las pólizas, para la demolición y la reestructuración del edificio".
Según las pólizas de seguro suscritas, los vecinos tienen cubierto el coste de un alojamiento en un hostal u hotel hasta durante un año. "Por tanto es fundamental el asesoramiento en vía social pero también legal para que puedan efectuar las reclamaciones oportunas", ha subrayado el alcalde.
DE GRIETAS MILIMÉTRICAS AL DERRUMBE
El primer edil relató que la primera vez que el Ayuntamiento tuvo conocimiento del problema fue el 5 de julio a través de una vecina que tiene en el bajo una peluquería, que dio cuenta de "grietas milimétricas". Al día siguiente, el arquitecto y el aparejador municipales se acercaron a ver las grietas y pusieron unos testigos para dar cuenta de variaciones y, una vez realizado el informe, aconsejaron a los propietarios que se pusieran en contacto con una empresa especializada para que vieran las causas.
El 16 de julio, en víspera del desalojo, volvió a pasar el aparejador municipal y comprobó que las grietas seguían igual. De hecho, ese mismo sábado, la peluquera cerró su comercio a las 20 horas y nada había cambiado. "En el tramo de 2 horas se produce todo el desprendimiento", ha apuntado.
En este sentido, preguntado por un posible error de evaluación por parte de los técnicos municipales, González ha recalcado: "No, el agotamiento de materiales es una cuestión interna de los muros, que se ve cuando se han desprendido. El arquitecto municipal siguió el protocolo establecido: cuando aparece una grieta se ponen testigos para ver la evolución".
Así, ha explicado que dos horas después del cierre de la peluquería la grieta era ya de 10 centímetros y el domingo se desprende el muro de carga. "La situación, después, ha ido a más", agregó.
"Yo estuve visitándolo el sábado por la noche, a la 1 de la madrugada, con el arquitecto municipal, y la situación era muy complicada. Allí mismo se oían chasquidos fuertes. Ha llegado un momento en el que los materiales han 'petado'", ha explicado.
Por otra parte, un edificio colindante, que se construyó a la vez, no tiene ninguna grieta, pero como medida preventiva se va a ordenar una inspección exhaustiva ahora para "que no hay ninguna grieta para que se puedan conocer las causas y tomar las medidas preventivas necesarias".
Los informes solicitados por el Ayuntamiento pertenecen al arquitecto municipal, servicios de Urbanismo, un arquitecto de la unidad de actuación del Ayuntamiento de Madrid, a la empresa Intemac (líder del sector) y la empresa Ortiz, que realizó en su momento la demolición del Windsor de la capital.