MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid espera reducir un 6 por ciento el tráfico en la ciudad con el año 2020 como horizonte a favor de medios más sostenibles, como el transporte público, la bicicleta o caminar, y lo hará con el SER inteligente, la priorización semafórica de los autobuses, la mejora de la red ciclista, la creación de aparcamientos disuasorios o la implantación de instrumentos tecnológicos para controlar la indisciplina en las zonas de carga y descarga.
Será posible de la mano del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), aprobado de forma definitiva este jueves en Junta de Gobierno. A través de sus 95 acciones busca que se dejen de emitir 135.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), 400 de óxidos de nitrógeno (Nox) y 26 de partículas en suspensión (PM 2,5) como consecuencia de los 3.2 millones de kilómetros diarios que esperan que se dejen de realizar en coche si no se aplicaran las medidas del plan.
El Ayuntamiento prevé que con las medidas de disuasión del vehículo privado y la potenciación de otros modos de transporte se incremente pasando de un 42 a un 45 por ciento el uso del transporte público y de un 29 a un 32 por ciento la conocida como movilidad activa (caminar y bicicleta). Por contra, el vehículo privado pasaría a representar un 23 por ciento de los desplazamientos diarios, frente al 29 por ciento actual.
Según los escenarios que plantea el PMUS, en 2020 se realizarán un 3,5 por ciento más de desplazamientos al día (130.000 más), que serán absorbidos por los modos sostenibles para que no repercuta en el nivel de congestión.
Teniendo en cuenta que el gasto público municipal destinado a las medidas incluidas en el PMUS es, como mínimo, el asignado en los distintos contratos de gestión integral relacionados con la movilidad, este asciende a más de 692 millones de euros.
Durante el periodo de información pública, que finalizó el pasado 4 de agosto, se recibieron doce escritos de alegaciones y un escrito de comentarios y observaciones que totalizan 186 observaciones concretas, 24 de las cuales han sido tenidas en cuenta e incorporadas al documento definitivo, que se puede consultar en la web municipal.
La mayoría de las alegaciones desestimadas ya estaban recogidas en el propio Plan, hacían referencia a competencias de otras administraciones o implicaban cambios normativos.
Entre las que se han incorporado figura el establecimiento de un baremo que implica que si en el año 2017 no se ha alcanzado como mínimo el 25 por ciento del objetivo final en los indicadores de impacto de la distribución modal, sería necesario modificar, intensificar o ampliar las medidas del Plan.
También se refleja de forma expresa que en los estudios de ampliación del servicio de bicicleta pública BiciMad, se priorizarán los puntos de intercambio de transporte. Por otro lado, el portavoz del Gobierno municipal, Enrique Núñez, ha aclarado en rueda de prensa que el cierre total de ámbitos no está incluido en el PMUS.
