El Ayuntamiento estudia la delimitación de la zona de bajas emisiones y rechaza establecer un peaje como el de Londres

Actualizado: lunes, 19 abril 2010 16:04

PSOE se queja de la falta de medidas concretas, pide un Pacto por la Calidad del Aire y critica que no se piense en la M-30 como límite natural de la zona

MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid está estudiando los límites de la que será la nueva zona de bajas emisiones anunciada por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, el pasado mes de octubre, aunque rechaza la posibilidad de establecer un peaje por el paso de vehículos al centro urbano, similar al existente en Londres.

Así lo aseguró hoy el delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, durante la comisión ordinaria del ramo, señalando que "varias áreas de Gobierno están estudiando actualmente la delimitación" de la zona de emisiones reducidas además de existir una Mesa de Movilidad donde "se está definiendo el modelo más adecuado" para "ejercer el control" sobre la misma.

Según el edil del PSOE Manuel García-Hierro, la zona afectaría "a unos 25 barrios más o menos, desde Méndez Álvaro hasta Doctor Esquerdo", aunque "sería mucho más lógico que el perímetro fuera la M-30 porque es una de las vías más contaminantes de la ciudad".

"Hay ciudades en Europa donde las zonas de bajas emisiones ya funcionan, como Londres, Berlín, Colonia, Roma, Milán o Ámsterdam. Allí se han reducido los niveles de concentraciones de NO2 y partículas en suspensión en un 10 y hasta un 40 por ciento, respectivamente", aseguró el socialista, que apuntó que, mientras tanto, en Madrid "no hay medidas concretas" y que el anuncio de Gallardón "sólo cumplió su función de publicidad y propaganda",

Sin embargo, el tipo de medidas restrictivas que provocarían una caída clara de los niveles de contaminación "no son fáciles de resolver" ni "fáciles de adoptar", según apuntó Calvo, añadiendo que "algunas propuestas han sido rechazadas por el efecto que tendrían en Madrid". "Por ejemplo, no compartimos el peaje urbano de Londres", apostilló.

Por ello, se está estudiando crear esta zona, que afectaría a diferentes barrios de la ciudad pero que, en principio, no está tomando la M-30 como límite de referencia. "Es cierto que la zona de bajas emisiones podría o no coincidir con el perímetro interior de la M-30 o ser más reducido, aunque se podría realizar un mejor control a través de la M-30 porque no nos encontraríamos con la pluralidad de entradas y salidas que hay en otras zonas", continuó el concejal.

Pero además de eso, el Consistorio tiene que pensar cómo realizar el control de los vehículos porque "no tiene sentido establecer una prohibición y luego no controlar", pero tampoco se puede crear "un control aleatorio", argumentó.

MOVILIDAD SOSTENIBLE

"Desde 2003 hemos apostado por una movilidad sostenible para mejorar la movilidad y la calidad del aire. Para ello, hemos desarrollado diferentes actuaciones, intentando que no menoscaben la movilidad y el crecimiento económico e industrial de la ciudad", destacó el delegado, poniendo como ejemplos el establecimiento de Áreas de Prioridad Residencial, las peatonalizaciones, las limitaciones de circulación en algunas calles o la apuesta por los combustibles limpios en el transporte público.

No obstante, entre las medidas anunciadas por el primer edil la creación de esta zona de bajas emisiones fue la propuesta estrella dado que el 58 por ciento de la contaminación viene de los turismos, el 13,6 por ciento viene de los taxis, el 11,79 por ciento de los autobuses y "otro porcentaje alto pero difícil de determinar" procede del aeropuerto.

Sin embargo, desde octubre no se ha tenido más conocimiento de esta iniciativa, tal y como recordó García-Hierro. "Coincido con su preocupación, pero la calidad del aire de Madrid es mucho mejor que la teníamos hace siete años porque sí se han tomado medidas aunque esta zonificación no sea efectiva aún", zanjó Calvo.

Ante estos argumentos, el socialista pidió "un Pacto por la Calidad del Aire de amplio espectro y con medidas duraderas". "Pero para eso hay que poner medidas sobre la mesa y discutirlas. Es imprescindible y urgente que estas medidas se pongan en marcha porque los niveles de contaminación en Madrid son insoportables, aunque no sean ilegales o irregulares, que en algunos momentos también lo son", concluyó.