MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Madrid no se compromete a reducir los plazos de pago a proveedores como consecuencia de la decisión del Ejecutivo central de no permitir a las corporaciones locales refinanciar la deuda que vence al final del ejercicio, según se desprende de la documentación aportada tras la rueda de prensa de presentación de los presupuestos municipales de 2011.
"(Como consecuencia de la no refinanciación) no podrán reducirse los plazos de pago a proveedores sensiblemente en el año que viene. Si se hubiese autorizado la refinanciación se habrían destinado esos recursos adicionales a aumentar la liquidez de Tesorería, lo que habría permitido acortar sensiblemente los plazos de pago", explica el documento.
Actualmente, el Consistorio tiene facturas por valor de 900 millones de euros aplazadas y paga a algunas contratas con hasta nueve meses de retraso, una situación que, no obstante, no ha llevado a ninguna empresa a "manifestar su intención de dejar de contratar con el Ayuntamiento".
Junto a la decisión de no permitir la refinanciación de la deuda, que ha obligado a destinar 257 millones de euros de las arcas municipales a los bancos en vez de al pago a proveedores, el Gobierno municipal señala también a la decisión de obligar a cancelar las pólizas de crédito a corto plazo el 31 de diciembre.
"Una obligación que dificulta y ralentiza aún más la gestión de las tesorerías municipales, ya que impide disponer de este instrumento en la segunda mitad de cada ejercicio", argumentan.
Por ello, el Ejecutivo local insiste en que "no es posible por tanto fijar un plazo cierto en el que se pueda garantizar el cumplimiento de la Ley de Morosidad (máximo 60 días), también incumplida por el Gobierno de la Nación al no aplicar la Línea ICO (de pago a proveedores)", que permitiría también aliviar las tensiones de tesorería.
MEDIDAS PARA OBTENER LIQUIDEZ
En cualquier caso, el Consistorio ha preparado ya una serie de medidas para inyectar liquidez a su tesorería en el corto plazo. Por una parte, venderá el 51 por ciento de sus acciones en Mercamadrid a la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, que le pagará por ellas 190 millones de euros en una transacción que deberá materializarse antes de que acabe el año.
Además, si el la privatización del Canal de Isabel II finalmente se lleva a buen puerto podría suponer un ingreso extra de más de 300 millones de euros para las arcas municipales, si bien en este caso habrá que esperar a ver cómo se materializa finalmente la operación.
También habrá que esperar hasta final de año para poder utilizar los cien millones de euros de ahorro que conseguirá la capital con la subrogación de la deuda de Madrid Calle 30 en la unidad central del Consistorio, una cifra presupuestada para 2011 en el concepto de Gastos Globales y que, si finalmente la operación tiene el visto bueno, podría utilizarse para equilibrar la Tesorería.
Lo mismo sucederá con el dinero que se ahorre el Ayuntamiento por las rebajas de los sueldos de los funcionarios, que el año que viene vuelven a estar presupuestados como si el recorte no hubiera ocurrido, con lo que el remanente a final del ejercicio podría utilizarse para amortizar deuda antes de tiempo o para pagar a proveedores.
