MADRID 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director artístico de los Teatros del Canal, Albert Boadella, criticó hoy que el proyecto arquitectónico de los Teatros del Canal no previó los "serios problemas energéticos" y el "desmedido consumo energético" que ahora existe en una parte del edificio y que les va a obligar a tomar medidas para solucionarlo.
"La parte de edificio que envuelve estos espacios presenta serios problemas energéticos. El proyecto no fue capaz de prever el desmedido consumo energético que significaban aquellas formas arquitectónicas, lo cual nos obligará en el futuro a intervenir decisivamente para frenar este despilfarro de energía realmente innecesario", criticó el director artístico de los Teatros del Canal durante la comisión de Vicepresidencia, Cultura y Deportes celebrada hoy en la Asamblea de Madrid.
Durante su intervención en sede parlamentaria, donde venía a dar cuenta de su gestión al frente de los teatros desde el 1 de enero de 2009, Boadella criticó el "derroche desproporcionado de kilovatios por la simple exhibición de unas formas arquitectónicas".
Asimismo, tras destacar que los Teatros del Canal han superado al Albéniz en cuanto a acústica así como otras cuestiones técnicas y de defender que es un edificio "magnífico", Boadella se refirió a las dificultades que han contemplado a lo largo de su primer año de funcionamiento.
A este respecto indicó que los teatros cuentan con dos grandes salas, la sala roja y la verde. Sobre la sala verde, apuntó que tenía "pequeños problemas de comodidad" una de las cuales era que los espectadores situados en el primer piso "tenían que ver el espectáculo a través de una especie de tela de gallinero porque las butacas estaban demasiado retiradas".
"No sé si el arquitecto lo del gallinero lo entendió en forma literal y quizá por eso, colocó las butacas de esta forma", ironizó al tiempo que dijo que "ahora se han utilizado las butacas como palcos y permite que los espectadores se acerquen directamente al balcón". Además, afirmó que seguirán haciendo modificaciones porque un teatro de nueva planta presenta siempre problemas técnicos, más allá del control que se haya hecho sobre el teatro.
Boadella lo consideró "lógico" ya que es tal cantidad de elementos técnicos que inciden en el funcionamiento de un espectáculo que es muy complicado que una vez puestos en marcha no surjan problemas. Así, dijo que en este primer año se han hecho "bastantes modificaciones" como poner unas protecciones entre las dos salas porque de una sala a la otra se escuchaban determinados sonidos.
Los Teatros del Canal son obra del arquitecto santanderino Juan Navarro Baldeweg y lo conforman tres edificios: el Teatro Principal, el Configurable y Centro Coreográfico, todo ello, sobre una superficie construida de más de 35.000 metros cuadrados, en la confluencia de las calles Cea Bermúdez y Bravo Murillo de Madrid.
Las obras se iniciaron en noviembre de 2002 y aunque deberían haberse terminado en 2005, el arquitecto necesitó de un aplazamiento concedido por la Comunidad después de que el artista se comprometiera a finalizar el proyecto dentro de un plazo, un presupuesto y un plan de ejecución de obras "cerrados". El presupuesto inicial ascendía a 88 millones de euros, aunque la inversión final ha rondado los 100 millones.
La obra civil ha supuesto una inversión de 76 millones de euros, mientras que el equipamiento escenotécnico ha contado con un presupuesto de 24,8 millones de euros.