Botella alerta sobre el voto de castigo, que ataca al país, y el de la radicalidad, que cuestiona el sistema democrático

MADRID 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha alertado este sábado en la Convención del PP de Madrid de cara a las elecciones europeas del peligro tanto del voto de castigo dentro del electorado popular, que ataca al país, y el de la radicalidad, de izquierda como de derecha, que cuestiona el sistema democrático con el que se dotó hace casi 36 años con la Constitución.

Desde el Hotel Meliá Castilla y flanqueada por la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente regional, Ignacio González, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, Botella ha puesto sobre la mesa la amenaza del voto de castigo por parte de aquellos que "no han comprendido algunas de las decisiones tomadas o que quizás esperaban algo distinto, pero que siguen siendo del PP".

Con su voto podrían "mostrar su disgusto en la idea de que es algo que pueden permitirse en las elecciones europeas porque apenas tienen importancia", como si fuera "una especie de desahogo, de catarsis" que algunos "incluso creen beneficioso porque, como sostienen, así se descargaría el malhumor del electorado, que luego podría ver con mejores ojos a su partido de siempre, al Partido Popular, cuando llegaran las elecciones importantes, entre comillas".

También se ha preguntado para quién es ese castigo. "¿A quién se castiga provocando una representación débil en Europa? ¿A quién se castiga dejando el terreno a otros que podemos respetar pero que no cuentan en Europa? ¿A quién se castiga quedándose en casa? Creo que la respuesta es clara: nos castigamos a nosotros mismos y castigamos a nuestro país. Castigamos la capacidad para defender nuestros intereses y castigamos la estabilidad que necesitamos para infundir confianza, superar la crisis definitivamente y crear empleo", ha declarado.

En su opinión, el riesgo del voto de castigo tiene una historia acreditada, que demuestra que no se puede ver como algo ocasional ya que "inicia procesos que nunca se sabe bien dónde pueden terminar".

"La tentación de pensar que el castigo ahora no importa debe ser vencida porque es una profunda equivocación, más aún cuando se dice desde posiciones que consideramos próximas", ha remarcado. En este punto, ha recordado que la historia electoral del Partido Popular en los años 1995 y 1996, elecciones municipales y generales, no habría sido igual si no se hubiesen producido los resultados en las europeas de 1994.

EL VOTO ANTISISTEMA

El otro riesgo que ha citado Botella es de la "radicalidad", el "antisistema", que ataca "al sistema mismo". Son dos sus manifestaciones, la del "radicalismo de izquierda que da continuidad al que impulsó el presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero y con él una buena parte de la izquierda y del nacionalismo".

Pero además de éste y como "novedad", ahora también aparece un "razonamiento de derecha simétrico del anterior, que pone en cuestión todo y a todos, que postula una vuelta atrás imposible e inconveniente en muchos de los logros políticos y sociales de los últimos 35 años y que se desliza por momentos hacia el populismo puro y duro".

"El riesgo del voto antisistema parece aproximarnos a lo que ya empieza a ser desgraciadamente común en muchos países europeos, con ofertas electorales populistas, radicales, que presentan al elector simplificaciones ridículas de problemas complejos y falsas soluciones que, lejos de arreglar nada y de generar cohesión social, producen más problemas, fragmentación y polarización", ha aseverado.

Son riesgos que sufre toda Europa, en su opinión, y ante los que España "debe dar una lección de buen juicio, de serenidad, de estabilidad en medio del panorama en otros países en que las elecciones europeas van a dar sorpresas nada positivas".

DESENCANTO

Botella ha llamado a combatir el desencanto porque "una sociedad desencantada de la política no está en la mejor posición para encarar una agenda reformista tan importante como la que España y el conjunto de Europa tienen por delante". "Tenemos que acudir en defensa de la política, tenemos que vencer el desencanto y generar nuevas ilusiones. Este debe ser uno de nuestros objetivos de campaña", ha añadido.

La primera edil, que ha defendido que los votos "no son un cheque en blanco" sino un compromiso, ha reconocido que en los últimos años el PP ha tomado decisiones "ingratas y valientes" al tiempo que "indispensables". "Podrán decir que hemos cometido errores en este o en aquel asunto pero no hemos huido de nuestra responsabilidad", ha aseverado.

"El radicalismo, el populismo y la novedad por la novedad nunca han servido para nada a las sociedades europeas. Al revés. Lo que sirven son los proyectos de largo recorrido, que aprenden de la experiencia, que promueven la integración y suman en lugar de alentar las fracturas estériles", ha destacado la alcaldesa antes de defender la necesidad de fortalecer el proyecto propositivo del PP frente a quienes promueven "alianzas negativas, sólo por desgastar a quienes más y mejores servicios políticos han rendido a la sociedad española".

Por último, la primera edil ha recordado la importancia de transmitir cómo afectan las decisiones europeas en España. "Lo que votamos para el Parlamento europeo, lo votamos también para nuestra casa", ha zanjado.