MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
CCOO de Madrid ha cifrado el coste sanitario de las enfermedades derivadas del trabajo correspondiente a 2015 en 266,4 millones de euros, lo que representa el 3,6 por ciento del gasto sanitario público madrileño de dicho año, "un coste que deberían pagar las mutuas y se ha trasladado directamente al sistema sanitario".
Así lo ha señalado la secretaria de Salud Laboral de CCOO de Madrid, Carmen Mancheño, quien ha presentado este jueves las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la organización sindical con los objetivos de hacer aflorar patologías de origen laboral no consideradas como enfermedades profesionales y evaluar el coste que ocasionan al Servicio Madrileño de Salud.
El informe también pone de manifiesto que el reconocimiento de las enfermedades profesionales en la Comunidad de Madrid es menor al que presentan otras comunidades autónomas, lo que atribuye a una "infradeclaración" del número de enfermedades profesionales.
Según ha constatado Mancheño, todos los estudios apuntan a que "hay más muertes en el trabajo por enfermedad que por accidente", de manera que por cada muerte por accidente se producirían seis muertes por enfermedad.
En la Comunidad de Madrid, la tasa de incidencia media de las enfermedades profesionales en el periodo comprendido entre 1990 y 2015 fue de 37,67 casos por 100.000 ocupados, siendo un 158,7 por ciento menor a la tasa media del mismo periodo en España, a su vez por debajo de la media europea.
Los datos de 2018 muestran que Madrid es la cuarta comunidad autónoma con menor índice de incidencia de todo el territorio nacional, solo por delante de Andalucía, Ceuta y Melilla.
Mancheño ha indicado que se reconocen unas 1.500 enfermedades profesionales al año en la Comunidad de Madrid, cuando "en realidad" ascenderían a entre 13.000 y 15.000.
"Uno de los principales déficits de la prevención de riesgos laborales es la invisibilidad y el desconocimiento de la enfermedad profesional y enfermedades relacionadas con el trabajo", ha afirmado.
Volviendo a los datos de 2015, los últimos disponibles, el mayor gasto se produce en la hospitalización (40,99%), seguido del consumo en farmacia (31,15%), la atención primaria (19,68%) y la atención ambulatoria especializada (8,18%).
Según CCOO, ese año un total de 19.523 hospitalizaciones y 33.497 consultas ambulatorias de atención especializada fueron atribuibles al trabajo, cuando solo se notificaron 1.587 enfermedades profesionales.
Por patologías, el 71,94 por ciento del coste sanitario total lo ocasionaron las enfermedades del sistema circulatorio, las enfermedades musculoesqueléticas, las neoplasias y las enfermedades infecciosas y parasitarias.
Por género, el 68 por ciento del gasto correspondió a la atención sanitaria prestada a los hombres y el 32 por ciento a las mujeres.
DESIGUALDAD DE GÉNERO
Esto último ha llevado al secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, a solicitar al Servicio Madrileño de Salud que haga un estudio porque "puede haber una desigualdad de género en la asistencia sanitaria".
Los hombres también fueron responsables del 73 por ciento de las hospitalizaciones, e igualmente son quienes acceden con más frecuencia a la atención ambulatoria hospitalizada (casi dos hombres por cada mujer".
Cedrún ha recordado que si en 2018 hubo 70 muertos por accidente, teniendo en cuenta el dato que aportan la mayoría de los expertos a nivel europeo de que por cada muerto por accidente laboral hay 5 o 6 muertes por enfermedad profesional, estas habrían causado 350 muertes el año pasado.
Por ello, ha destacado la necesidad de intensificar la reivindicación en esta materia, y ha exigido que haya un reconocimiento en la Comunidad de Madrid de este tipo de patologías ajustado a la realidad, para lo que "tendría que multiplicarse por cuatro".
Además, ha reclamado la creación de unidades básicas de salud laboral en las áreas de salud pública o en la estructura territorial de las anteriores Áreas Sanitarias, que den soporte a los médicos del Sistema Madrileño de Salud.
También ha destacado la necesidad de incorporar a la historia clínica la historia laboral y de reforzar la formación y la información de los profesionales sanitarios para mejorar la detección y declaración de las patologías relacionadas con el trabajo.
Tras exigir cambios en el sistema de notificación y registro de las enfermedades profesionales para que deje de depender de las mutuas, que son las obligadas a la reparación del daño, Cedrún ha defendido que hasta que se implanten los cambios se ponga en marcha un mecanismo para que las mutuas transfieran una cantidad anual al Sistema Público de Salud como compensación de gastos indebidos, como se hace en Francia.