Cifuentes, la candidata escogida por Rajoy para salvar la Comunidad, tendrá que pactar para llegar a Sol

MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -

La candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha logrado colocar al PP como primera fuerza política en la Asamblea de Madrid, pero lejos de la ansiada mayoría absoluta en la que ha vivido cómodamente el PP desde hace veinte años, por lo que tendrá que echar mano de esos pactos que tanto ha alabado a lo largo de su campaña electoral.

Con un 33,10 por ciento de votos, que le otorgan 48 diputados frente a los 72 parlamentarios que el PP tenía hasta ahora en la Cámara de Vallecas, Cifuentes ha conseguido que el PP siga siendo la opción favorita de los populares, pero llegar a gobernar será otro cantar, ya que PSOE se sitúa como segunda fuerza política, Podemos como tercera y Ciudadanos, como cuarta, con lo que finalmente sí tendrá la llave del Gobierno.

Ahora Cifuentes tiene de aquí al 9 de junio, cuando está fijada la fecha para la constitución de la Asamblea, se abre la temporada de negociaciones y por lo tanto, de conversaciones y cesiones para conseguir conformar Gobierno.

La última vez que la región vivió esta fase de negociaciones, que protagonizaron PSOE e IU, fue en 2003 pero el 'golpe' del 'tamayazo' las echó por tierra dando paso a unas segundas elecciones que dieron la mayoría absoluta a Esperanza Aguirre.

VUELVEN LOS PACTOS

El PP entró por primera vez en la Asamblea de Madrid en las elecciones autonómicas de 1987, con un 31,96 por ciento de los votos, el peor resultado obtenido por los populares en la Cámara de Vallecas.

En las autonómicas de 1991 el PP fue escalando puestos hasta conseguir un 43,22 por ciento de los votos, pero aún así el Gobierno permaneció en manos de Joaquín Leguina, que consiguió mantenerse en la Puerta del Sol gracias al apoyo de IU.

Los comicios de 1995 fueron un punto de inflexión para los populares madrileños. Alberto Ruiz-Gallardón logró un 50,97 por ciento de los votos y llegó al Gobierno autonómico, donde permaneció hasta 2003, ya que también ganó las elecciones (51,07%) de 1999 superando su marca.

Tras la decisión del partido de poner a Alberto Ruiz-Gallardón como cabeza de lista para el Ayuntamiento de Madrid, la actual presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, fue la encargada de enfrentarse al PSOE de Rafael Simancas, que se veía fuerte y que de hecho, logró los apoyos necesarios para gobernar.

Sin embargo, la "traición" de sus compañeros de filas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez impidió la vuelta de un gobierno de izquierdas a la Puerta del Sol.

Tras una comisión de investigación que se alargó todo el verano, las elecciones se volvieron a celebrar en noviembre y ahí, Aguirre logró su primera mayoría absoluta (48,48%), que volvió a repetir en 2007 (53,21%) y que mejoró en 2011, ya que aunque solo consiguió el 51,73 por ciento de los votos, logró 72 diputados.

Aguirre no terminó su mandato y en 2012 dejó el gobierno en manos de su 'delfín' Ignacio González, quien a pesar de que lo pidió en repetidas ocasiones no logro tener el apoyo del partido para encabezar la lista del PP a la Asamblea este 24M.

NOMBRADA, A PRINCIPIOS DE MARZO

La noche del 6 de marzo se conoció que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, sería la candidata autonómica y que Aguirre volvería a la primera línea de la política para tratar de conservar el Ayuntamiento de Madrid, una de las plazas más importantes del país.

Cifuentes, que fue designada como candidata del PP a la Comunidad pese a los ofrecimientos que había lanzando el presidente autonómico, Ignacio González, ha reiterado a lo largo de su campaña que salía a ganar y que el único pacto en el que pensaba antes del 24-M era el que quería alcanzar con los ciudadanos.

Sin embargo, a pesar de que la crítica a sus contrincantes ha sido constantes en sus intervenciones en estos días de campaña, nunca ha cerrado las puertas a los pactos.

De hecho, los ha defendido como lo hizo en uno de los actos principales de campaña de los populares madrileños: el mitin que el pasado sábado celebraron en Madrid Río, donde fueron arropados por el presidente de honor del partido, José María Aznar.

Allí, la exdelegada del Gobierno reivindicó la figura de Aznar, que sacó a España de una crisis "tremenda" y creó empleo "llegando a pactos", que es "la forma de gobernar del PP".

A pesar de que ha resaltado que los pactos dependen de las coincidencias programáticas, también ha defendido pactos globales en temas cruciales como la lucha contra la corrupción o la educación.

Lo hizo en el debate televisivo a seis que protagonizaron los principales candidatos autonómicos. Allí, cogió el guante lanzado por el candidato naranja, Ignacio Aguado, que le propuso suscribir un pacto anticorrupción.

BAJADA DE IMPUESTOS Y LIBERTAD DE ELECCIÓN

Al margen de las cesiones que tenga que realizar ahora, Cifuentes ha hecho una campaña defendiendo los valores y principios del PP, como la bajada de impuestos o la libertad, frente a las "ocurrencias" de otros partidos, como, a su juicio, es la propuesta de Ciudadanos de 'jubilar' de la política a las personas nacidas antes de 1978, una medida que ella, "con 50 para 51" le dejaría fuera de la vida pública.

Cifuentes ha basado su campaña en hablar con colectivos, en las redes sociales, donde es muy activa, y en los medios de comunicación, donde se le ha podido ver y oír casi a diario.

Allí ha aprovechado para exponer su programa electoral, formado por 300 medidas, pero también para defenderse de las críticas de sus contrincantes y de las que llegaban de fuera como las de los antiabortistas HazteOír, que lanzaron una campaña en la que vinculaban el voto a Cifuentes con el aborto.

Esta iniciativa fue recurrida ante la Junta Electoral de Madrid, que ordenó su retirada, pero las reivindicaciones de este colectivo se han podido seguir oyendo a lo largo de toda la campaña, que también ha estado marcada por las supuestas desavenencias con la candidata del PP a la Alcaldía de la capital, Esperanza Aguirre.

Uno de estos 'desencuentros' tuvo lugar con la elaboración de las listas, que en un primer momento dijo que no las había confeccionado ella, a pesar de que luego señaló que la sentía como suya.