El Consejero de Economía, Empleo y Competitividad de la Comunidad de Madrid, Manuel Giménez, interviene durante una sesión plenaria en la Asamblea de Madrid, en Madrid (España) a 1 de octubre de 2020. - Marta Fernández - Europa Press
MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Economía, Empleo y Competitividad, Manuel Giménez, ha cifrado en 500 millones el impacto de las medidas del Ministerio de Sanidad en pérdidas para la economía madrileña, aunque ha señalado que "hay muchos elementos que pueden condicionar que el impacto sea mayor o que sea menor".
En una entrevista en 'Onda Madrid', recogida por Europa Press, Giménez ha reconocido que los efectos económicos del cierre de la capital y otros nueve municipios madrileños "no están siendo nada buenos", al tiempo que ha manifestado que su Consejería mantiene "interlocución directa con todos los sectores" y que lo que les trasladan es "un colapso, una caída radical, en las reservas y en el consumo, en un momento en el que la Comunidad de Madrid empezaba de nuevo a recuperarse".
"Incluso en una situación de plena pandemia, hemos sido el 83 por ciento de la inversión extranjera en España; se han creado en la Comunidad de Madrid más de 1.700 empresas que es el máximo, la comunidad autónoma que más empresas crea; hemos sido la comunidad autónoma en la que se ha creado uno de cada tres empleos en el mes de septiembre, y eso que el mes de septiembre no es un mes tradicionalmente bueno para el empleo; 5.000 parados menos, es decir, uno de cada cinco parados que han salido del paro han salido en la Comunidad de Madrid, entonces ahora esta nueva situación para la economía es tremendamente negativa", ha precisado.
No obstante, ha afirmado que la Consejería de Economía, Empleo y Competitividad está para "dar soluciones", entre las que ha destacado el plan de 30 millones de euros para ayudas a las pymes aprobado este miércoles por el Gobierno regional, las cuales se podrán solicitar tras la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) que espera que sea "a primeros de la semana próxima", por lo que ha señalado que "es importante que esté todo el mundo atento porque se irán atendiendo las solicitudes en tanto en cuanto haya fondos".
En cuanto al impacto de las medidas del Ministerio, ha comentado que "es muy difícil aterrizar" porque "depende de una cantidad significativa, casi indeterminada, de factores", aunque han calculado un "impacto aproximado de unos 500 millones de euros por las medidas que se han adoptado".
"A priori el impacto será ese pero hay muchos elementos que pueden condicionar que el impacto sea mayor o que sea menor, nosotros tenemos la obligación de hacer todo lo que esté en nuestra mano para que sea menor", ha agregado, al tiempo que ha señalado entre los condicionantes el auto del TSJM o los acuerdos que "ojalá" se alcancen en el seno del grupo Covid-19.
PUENTE DEL 12 DE OCTUBRE
En cuanto a los sectores más afectados, ha manifestado que "todo lo que depende del turismo está sufriendo sobremanera", y ha recordado que para el puente del 12 de octubre "de momento las normas sanitarias están en vigor", al tiempo que ha apelado a la "responsabilidad", para agregar que lo que le trasladan los empresarios es que "la situación es dramática".
Giménez ha abogado por que los ERTE se mantengan "mientras dure la crisis" y ha advertido de que "todo periodo de renegociación por agotamiento genera muchas tensiones, con mayor razón si se ponen a negociar, como ha sucedido en esta ocasión, apenas dos semanas antes del vencimiento del plazo".
Asimismo, ha criticado que "para llegar a una cuerdo han forzado el texto al punto de que es de extraordinaria dificultad comprensiva, de extraordinaria dificultad en la aplicación".
En cuanto a un plazo concreto, ha dicho que él los mantendría "al menos todo 2021, como los gobiernos de nuestro entorno", y ha apostillado que "si la crisis remite las empresas van a volver a su actividad, nadie quiere tener a sus empleados en ERTE".
"Lo mejor que nos puede pasar es que las empresas dejen de hacer uso de la herramienta porque ya no sea necesaria, porque todos los trabajadores hayan salido del ERTE", ha agregado.
En este sentido, ha subrayado que en la Comunidad de Madrid hay 200.000 trabajadores "que no saben qué va a suceder con ellos en pocos meses, y eso genera incertidumbre, y la incertidumbre es el peor enemigo de la economía".
Respecto al Plan de Recuperación anunciado el miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien prevé la creación de 800.000 empleos en tres años, ha afirmado que el anuncio fue "un teatro, una puesta en escena, un acto de márketing".
"Con la información que tenemos encima de la mesa es una temeridad afirmar que se van a crear 800.000 puestos de trabajo, con el agravante de que es una cifra que ya se ha manejado en el pasado", ha constatado.
Giménez ha criticado que no se hablara de las "modificaciones estructurales" que se exigen desde Europa, ni del control de ejecución ni la rendición de cuentas.
Asimismo, ha afeado que su Consejería ha intentado establecer "contacto formar e informal" con todos los ministerios con los que comparte competencias para informarse del reparto y la única respuesta que ha obtenido es que "es una cuestión de Moncloa".
"Nosotros pasaremos nuestras propuestas a Moncloa. ¿Cuándo se va a mantener interlocución con las comunidades autónomas? No lo sé, pero somos las comunidades autónomas junto con el sector privado los que tenemos que desarrollar y ejecutar los programas", ha asegurado, para constatar que "los programas que de utilidad para la transformación de la economía madrileña se parecen poco o nada a los que de otras CCAA".
A este respecto, ha dicho que han preparado un plan estratégico con la colaboración de las empresas de la comunidad, y ha subrayado la importancia de potenciar sectores como el transporte y la movilidad, los tecnológicos, la industria, la energía, el comercio y las infraestructuras.
En cuanto a la relación de los socios del Gobierno regional, ha aseverado que "la relación de trabajo es excelente", y ha destacado el tono de "cordialidad personal y de compromiso en las dinámicas de trabajo", al tiempo que ha asegurado que "el riesgo de cuestiones ajenas a la gestión de la crisis y a la labor del gobierno es nulo".
"En tiempos de tormenta, como decía San Ignacio, no hay que hacer mudanza y no se va a hacer", ha zanjado.