Critica a quienes "exigen nuevos derechos sin respetar los existentes" y "lanzan piedras contra quien la ¡democracia! ha elegido"
MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Uno de los hijos del alcalde de Madrid, Rodrigo Ruiz-Gallardón, asegura que la 'cacerolada' que la noche del pasado lunes tuvo lugar frente a su casa seguía "una línea torcida y desvirtuada del Movimiento 15M" y critica a quienes "exigen nuevos derechos sin respetar los existentes" y "lanzan piedras contra quien la ¡democracia! ha elegido con mayoría absoluta" hace apenas unos días.
En una columna editorial publicada en 'El País' y recogida por Europa Press, el tercero de los cuatro vástagos de Alberto Ruiz-Gallardón hace así referencia a la 'cacerolada' contra la prohibición de las actuaciones musicales en la plaza de Chueca durante las fiestas del Orgullo que hace dos noches se produjo frente a su vivienda, y cuyos protagonistas increparon tanto al primer edil como a su mujer.
"Creo firmemente que hay una vulgaridad mental en vivir convencido de que son inamovibles los primeros principios. Es necesario evolucionar", comienza Rodrigo Ruiz-Gallardón en su texto, en el que se declara convencido de que el "fundamento de la protesta no era una falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y el colectivo homosexual en relación con las fiestas del orgullo Gay".
Según él, "la protesta seguía una línea torcida y desvirtuada del Movimiento 15M", un fenómeno que, a su juicio, empezó como "una protesta noble, justificada, de espíritu pacífico y colaborador" y que se está "transformando en una fuente de radicalismo y violencia" en el que unos pocos "exigen nuevos derechos sin respetar los existentes".
"Al grito de 'No nos representan' lanzan piedras contra quien la ¡democracia! ha elegido con una mayoría absoluta hace menos de un mes. Algo se ha muerto en esta sociedad y algo está naciendo. El 15M gestó un nuevo punto de vista, una mirada joven y diferente, pero no servirá de nada si no se defiende de los peligros que lleva en sí misma", advierte.
Además, Rodrigo Ruiz-Gallardón, de 24 años de edad, ve "evidente" que España necesita "cambios", pero alerta de que si esas modificaciones quedan en manos de "los violentos y los radicales" tendrán "consecuencias" que no se podrán "parar".
"Tenemos la obligación de estar a la altura de las circunstancias, de ver con la perspectiva suficiente los riesgos por los que estamos pasando", reclama, reconociendo a renglón seguido que durante la 'cacerolada' de la noche del lunes pasó "miedo de salir" de su casa. "¿Acaso no es eso violencia?", se pregunta.
Finalmente, expresa su "alegría y alivio" por las declaraciones de los portavoces socialista y de IU en el Consistorio, Jaime Lissavetzky y Ángel Pérez respectivamente, condenando los hechos. "El momento en el que nuestra clase política tenga la mitad de odio, la mitad de radicalismo que ayer (por el lunes) llevó a un numeroso grupo de personas a la puerta de mi casa habremos llegado a un punto de no retorno", concluye.
Además, critica a los periodistas por vincular la 'cacerolada' con la polémica por las fiestas del Orgullo. --"No tuve ocasión de preguntarles sobre su condición sexual, pero puedo asegurar que a los allí presentes poco les importaba el lugar de celebración de esa fiesta", dice-- y reprocha a la prensa que sigue "ignorando estos hechos, disfrazándolos de protestas concretas" porque está "colaborando a la creación de una sociedad enferma".
