El hombre que apuñaló a una meretriz en un céntrico hotel reconoce que la atacó, pero no aclara si quería matarla

La Víctima, En El Centro, Declarando Hasta El Titular
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 28 noviembre 2011 19:07

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El hombre que supuestamente apuñaló a una prostituta con un cuchillo jamonero en un hotel de la Gran Vía ha reconocido que la atacó, pero no ha aclarado si quería matarla o si quería experimentar un homicidio.

Durante el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid, el supuesto agresor, Jordi Vicente C.P., se ha mostrado confuso sobre las intenciones de aquel día de enero de 2009. El Ministerio Público solicita para él una pena de diez años de cárcel.

Según ha reconocido, compró el arma, un cuchillo jamonero de más de 20 centímetros, pero ha señalado que no sabe si lo hizo para atentar contra él o contra otras personas. Jordi ha indicado que en ese momento estaba estudiando en una reconocida escuela de interpretación, pero que tenía una crisis personal y sentimental profunda. "Llevaba dos semanas dándole vueltas a la cabeza sobre lo que me había pasado y sobre la inutilidad de la vida", ha subrayado.

Sea como fuere, ha confirmado que ese día acudió a la calle Montera a contratar los servicios de una prostituta. "No tenía nada claro para qué lo hice, si por el sexo o para causarla daños", ha señalado. Entonces, ambos se fueron al hotel Senator de la Gran Vía de Madrid.

En un momento dado, y sin haber comenzado la relación sexual, Jordi Vicente relató que sacó un cuchillo de una mochila y cuando la joven gritó, se abalanzó sobre ella con el arma blanca. "Es cierto que me dio la espalda, pero no fue hasta que gritó cuando me abalancé, pero no tenía claro qué quería hacer. Fui sin fuerza y el cuchillo no iba a ningún lado. Yo también recibí cortes. Con un cuchillo de por medio es normal hacerse cortes. Pero no sabía si en ese momento quería clavárselo", ha agregado.

En ese punto, el fiscal le ha recordado que la prostituta recibió puñaladas en los dedos, en una mano, en una rodilla y en los muslos durante el forcejeo con el hombre. "Sólo le lancé una cuchillada. Entonces ella gritó que no la matara, que tenía un hijo", ha indicado el acusado que, en otro momento del juicio, ha asegurado que "si hubiera puesto empeño, la hubiera matado".

Tras el forcejeo, Jordi ha manifestado que le abrió la puerta y le dijo a la meretriz "que se fuera" y "que no sabía lo que le pasaba", momento en el que pidió ayuda hasta que llegó otro residente en el hotel, que fue el que pidió auxilio por teléfono a la policía. Ha indicado que entonces se sentó en el suelo del pasillo, después de que la mujer huyera por las escaleras.

"A la llegada de la Policía reconocí los hechos en el momento", ha destacado el acusado, que también ha señalado que no ha padecido enfermedades psiquiátricas ni había tenido comportamientos violentos. Además, ante las preguntas del fiscal, ha afirmado que no tiene ninguna objeción contra las prostitutas ni de personas de otra raza.

Jordi Vicente ha acabado su intervención pidiendo perdón a la víctima por el daño causado. "Fue un momento de mi vida que se me junto todo y no tenía nada claro lo que hice ese día", ha concluido.

"SUPLIQUE QUE NO ME MATARA, QUE TENÍA UN NIÑO PEQUEÑO"

Por otro lado, en la vista de esta mañana también ha intervenido la agredidad, Victoria O., que ha relatado que el día de los hechos fue requerida para un servicio sexual para un hombre que pasó por la calle Montera. "No llevaba ninguna mochila encima y el trato era educado", ha remarcado.

Una vez en el hotel, se ha acordado de que le invitó a una copa, pero que ella sólo tomo un zumo. "Una vez en la habitación, me acuerdo que abrió el cajón y cuando me di cuenta, algo me golpeó por detrás. Esta persona me quería matar, me dijo que quería experimentar la muerte de una persona de color. Supliqué que no me matara, que tenía un niño pequeño", ha esgrimido la prostituta.

Victoria señaló que intentó defenderse, que le agarró el cuchillo jamonero y que después del impacto en el cuello notó otro en el estómago. "Quiso clavármelo en el abdomen, pero le empujó con el brazo y el cuchillo golpeó en mi pierna", ha revelado. Posteriormente, coincide con su agresor en que éste le dejó salir pasando la tarjeta por la puerta y que no le persiguió.

La víctima ha declarado que recuerda que Jordi le dijo que no sabía lo que le pasaba pero que no era cierto que gritara pidiendo ayuda. Por último, ha apuntado que por culpa de las lesiones de aquel día no puede coger fuerza con la mano izquierdo. Además, ha tenido que pasar por una operación y por ejercicios de rehabilitación. El centro médico le dio el alta definitiva el 2 de agosto, ha concluido.

En la vista judicial de este lunes también ha participado una de los policías que acudió al lugar de los hechos tras la llamada de auxilio. "Vimos en la escaleras a una mujer ensangrentada que no podía articular palabra. Luego encontramos, sentado en el pasillo al lado de la habitación al chico, de unos 20 años, totalmente ensangrentado y diciendo: "He sido yo". También vimos un cuchillo jamonero totalmente retorcido", ha manifestado.