MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de Familia y Servicios Sociales de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Milagros Hernández, ha adelantado este miércoles en la comisión ordinaria del ramo que si no se solventan y mejora las circunstancias que rodean al traslado de los usuarios del Centro de Acogida San Isidro (CASI) se verán obligados a acudir al Gobierno regional y al Defensor del Pueblo.
El CASI cerró a finales de junio y de manera temporal para seguir con las obras de mejora que se están llevando a cabo en las instalaciones municipales. Tanto usuarios como trabajadores son acogidos desde entonces en otras instalaciones, las del Luis Vives, situadas en Vicálvaro.
La edil de IU ha afirmado que los usuarios del CASI han sido llevados a una zona del Luis Vives que más parece "un erial, sin sombra en verano y nada para protegerse de la lluvia en invierno". A eso ha añadido que las instalaciones provisionales "están entre cementeras y sin arbolado, con un total aislamiento para los usuarios y sin un teléfono público", lo que impide el seguimiento informático de los programas de acogida.
Hernández también ha criticado que el primer servicio para los usuarios "está a unos 300 metros de los pabellones" y que se encuentran "hacinados", con sólo una docena de duchas para 152 camas.
Sin embargo, el panorama que ha pintado la directora general de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Esperanza García, ha sido completamente distinto. "Las instalaciones del Luis Vives son espléndidas", ha afirmado tras insistir, sobre el supuesto aislamiento de los usuarios, que se amplió el trayecto de la línea de autobuses T-23 (Puerta de Arganda-Polígono industrial de Vicálvaro) haciendo ahora parada en la puerta del centro. También se ha ampliado el horario de fin de semana.
En el mismo sentido, García ha insistido en que las instalaciones dispuestas en el Luis Vives son "muy dignas" y que ningún usuario del San Isidro ha dejado de acudir a las provisionales desde el cierre de las céntricas dependencias. También ha señalado que el Gobierno municipal ha optado por instalaciones provisionales como medida a diferencia de otras ciudades que, cuando tienen que acometer obras, "cierran y que se busquen la vida".
Las primeras obras de mejora en el Centro de Acogida San Isidro comenzaron el pasado mes de abril. Antes de iniciarlas, la Dirección General de Patrimonio detectó la existencia de placas de amianto en las cubiertas de la zona superior de las céntricas instalaciones, que da al Paseo del Rey. "Razones preventivas" fueron las alegadas por el Gobierno municipal para el desalojo completo del edificio.
La primera evacuación parcial del centro supuso la derivación de 80 usuarios a plazas en pensiones mientras que una treintena pasaron al centro de acogida Luis Vives, en Vicálvaro. La evacuación total tendrá lugar el miércoles. Entonces los 156 usuarios y el personal se mudarán a dispositivos provisionales instalados en la zona de aparcamiento del Luis Vives.