El mercadillo ilegal de Embajadores continúa vendiendo "guarrerías", aunque de forma menos estable, según los vecinos

Actualizado: jueves, 9 agosto 2007 15:37

Los vecinos piden cámaras de vigilancia como las de Montera

MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El mercadillo de venta ilegal de pequeños artículos usados de todo tipo situado desde hace una década en el entorno de la glorieta de Embajadores y de la ronda de Valencia, en las calles que dividen el distrito de Arganzuela y Centro, sigue funcionando, aunque de forma menos estable, debido al aumento de la vigilancia, según informaron a Europa Press vecinos de la zona.

Decenas de personas compran y venden diariamente en esta zona productos muy diversos, muchos de ellos robados, falsificados y recogidos de contenedores de basura, por lo que los vecinos denominan a este bazar ilegal con el nombre de 'Guarrerías Preciados'.

Entre los objetos, se pueden encontrar bisutería, televisiones viejas, radios, ropa usada, enseres domésticos, cacharros y un montón de objetos inservibles, en su mayoría procedentes de contenedores, aunque los vecinos sospechan que también se venden pequeñas cantidades de droga.

Los vendedores suelen ser ciudadanos subsaharianos, mendigos y toxicómanos, que llegan en grupos y se organizan para vigilar la llegada de agentes y así, huir rápidamente del lugar. Por las mañanas, los expendedores llegan con sus carritos de la compra cargados de objetos, despliegan su mercancía y empiezan a vender en los alrededores de la glorieta de Embajadores. Al caer la tarde, le toca el turno a los alrededores del Museo Reina Sofía, donde termina la ronda de Valencia. Los fines de semana, y sobre todo los domingos, cuando el Rastro está en su apogeo, su actividad se multiplica.

Los vecinos de la zona se quejan, en ocasiones, de pequeñas refriegas entre los propios vendedores, así como con algunos residentes en la zona. Además, afirman que crean problemas de higiene, ya que una vez finalizada la venta, la calle suele quedar llena de inmundicias. Asimismo, aseguran que los vendedores orinan y defecan en plena calle.

El miembro de la Asociación de Vecinos del distrito Centro, Florencio Delgado, afirmó a Europa Press, que se está reduciendo el número y sobre todo, el carácter fijo de estos puestos, "pero siempre se inventan nuevos métodos para continuar la actividad, y así es difícil erradicar el problema definitivamente".

Delgado aseguró estar "satisfecho" por el trabajo del concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, y recomendó utilizar policías de paisano, aunque no se pronunció sobre la instalación de cámaras de vigilancia en la zona, tal y como está prevista para las calles de Montera, Desengaño y la plaza de Soledad Torres Acosta, conocida como Plaza de la Luna.

"Los vendedores siguen siendo los mismos. Lo que sí que hemos notado es que se están vendiendo productos robados y falsificados, como colonias y pañuelos. Además, está aumentando el robo por encargo, es decir, personas, la mayoría mayores sin muchos recursos económicos, que piden a los vendedores ilegales que les consigan productos alimenticios o de cualquier tipo", agregó.