MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La mujer ecuatoriana asesinada este mediodía por su hombre de la misma nacionalidad en Parla carecía de órdenes de protección o de alejamiento, y no había interpuesto denuncia alguna contra su agresor, según informó hoy la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los agentes encontraron a la mujer ya fallecida, como consecuencia de una agresión con arma blanca. Posteriormente, la identificaron como Orfa Enith C. G., de 26 años. Sobre las 12.15 horas, unos vecinos del inmueble situado en el número 5 de la calle Independencia de Parla alertaron al 112 de que en un piso bajo escuchaban fuertes gritos y mucho ruido.
Cuando los agentes se personaron en el lugar, en uno de los dormitorios del domicilio encontraron a una mujer que presentaba varias puñaladas en el pecho. Hasta el lugar se trasladaron los facultativos médicos del Summa-112, que nada pudieron hacer por ella salvo certificar su muerte.
En otra habitación próxima de la misma vivienda se hallaba el presunto agresor con varias heridas en el cuello que, según los primeros indicios, pudo haberse ocasionado él mismo al intentar autolesionarse.
El varón, identificado posteriormente como Renan Olmedo R. G., ecuatoriano de 33 años aunque nacionalizado español, fue trasladado al Hospital de Getafe, donde ingresó en estado grave porque las heridas afectan a importantes vasos sanguíneos. Concretamente, presenta heridas incisas penetrantes en la parte derecha del cuello, de unos quince centímetros de longitud, que afectan a la yugular externa, y otra herida en la clavícula.
Por lo que a la mujer se refiere, en el momento de los hechos se encontraba indocumentada, si bien se ha podido constatar que la víctima carecía de orden de protección o de alejamiento y no consta en los archivos policiales que hubiera interpuesto denuncia alguna.
El supuesto agresor, que carece de antecedentes penales, se encuentra en el hospital de Getafe, custodiado en calidad de detenido. Agentes de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se han encargado del caso y continúan trabajando para reconstruir las últimas horas previas al suceso.
Según fuentes vecinales consultadas por Europa Press, la víctima y el agresor eran amantes y como tal se presentaban ante sus amigos. Ambos mantenían una "turbulenta" relación sentimental conocida por toda la localidad, ya que la mujer estaba casada. De hecho, la vivienda en la que se desencadenaron los hechos pertenece a un hermano del presunto asesino, mientras que la fallecida habitaba otra vivienda de la localidad parleña junto a su marido y un niño de cinco años.