MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El monólogo 'Ildebrando Biribó, el último Cyrano' acerca al espectador a París en un juego de cajones que se abren y se cierran, y que guardan sorpresas en torno a las historias que se suceden. La obra, escrita por Emmanuel Vacca y representada por la compañía El Gato Negro, se estrena hoy en el Teatro Fernán Gómez y permanecerá hasta el próximo 7 de marzo.
Se trata de un solo en escena a varias voces, en el que el actor mezcla las personalidades de varios personajes, sus historias y las ideas que aparecen en el desarrollo de la obra. Así, en clave de humor, aparecen una treintena de personalidades que evocan épocas pasadas y situaciones vitales; un abrir y un cerrar continuo de cajones y una reflexión sobre el oficio del teatro, desde la perspectiva del apuntador.
El intérprete de la obra, Alberto Castrillo-Ferrer, explicó que el apuntador es alguien que "lo sabe todo, es el oficio teatral", aunque, por motivos de comodidad, ya se ha prescindido de él. "Somos grandes defensores, porque el oficio da el arte después", destacó.
En esta obra, dirigida por Iñaki Rikarte, aparece en el escenario un escritorio repleto de cajones y de sorpresas, como símbolo de lo que ocurre en el desarrollo de la historia. El objeto es aquí parte del conjunto, de la historia y del mensaje. "El teatro no lo hace todo, hace trabajar y no es narrativo, y hay una parte a la que el espectador --activo-- ha de contribuir, ha de rellenar y completar", indicó.
Según explicó, este texto es un abrir y cerrar de cajones, en el que se muestran diferentes pasados simultáneos para entender la obra, y en el que hay pequeñas evocaciones para que la imaginación del espectador lo rellene. "Al final los cajones se cierran y entiendes toda la obra, que está contada en flashbacks que en realidad no lo son", señaló.
LA COMEDIA, LO MÁS DIFÍCIL
Castrillo-Ferrer se formó en París, en la 'École International de Mimodrame Marcel Marceu', muy estricta, según manifestó, y que le aportó, sobre todo, un gran sentido del rigor. Además, señaló que Moreau intenta sacar la poesía de cualquier momento y volver al ser nuevo que se maravilla con lo mismo "desde hace cien años".
En la obra, el personaje llega a la capital francesa, una parte que, en palabras del actor, "tiene mucho de verdad", porque quien llega allí con hambre de arte se sacia, y no importan las demás carencias.
"Nuestro oficio es comunicar y seguir evolucionando y recibiendo lo que da la forma de recibir de la gente, porque la cultura audiovisual ha hecho comprender mejor las transiciones", dijo el actor.
En este sentido, explicó que hay que intentar volver a ciertas raíces, porque lo que llega es lo mejor, lo "extra". Además, añadió que le gusta la comedia porque hay comunicación directa con el espectador, y "en el arte es lo más difícil, porque si no se ríen es que has fracasado".
El próximo proyecto de la compañía será un monólogo que se llamará 'Ser o no ser', que se estrenará este o el próximo año. "Es un solo en escena de un actor que quiere hacer los 15 monólogos más importantes de Shakespeare en un solo espectáculo, en el que se ve cómo el personaje secuestra al actor", explicó.