La población de lechuza común ha caído un 70% en los últimos 15 años y no llega a las 50 parejas reproductoras en Madrid

Imagen de un ejemplar de lechuza en la Comunidad de Madrid.
Imagen de un ejemplar de lechuza en la Comunidad de Madrid. - GRUPO BRINZAL - Archivo
Publicado: viernes, 10 enero 2020 15:46

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

La población de lechuza común ha experimentado un descenso del 70 por ciento en los últimos 15 años, en comparación con los censos anteriores, y no alcanza las 50 parejas reproductoras.

El Grupo Brinzal, dedicado al estudio y conservación de las rapaces nocturnas, lo ha indicado en el proyecto 'Influencia de los usos agrarios en la ecología de especies silvestres amenazadas: el caso de la lechuza común', llevado a cabo con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y de la Consejería de Medio Ambiente.

En base a los estudios realizados a lo largo de este año, se ha comprobado que la lechuza común ocupa hábitats manejados por la actividad humana (agrícola y ganadera), que proporcionan espacios abiertos. La especie selecciona fundamentalmente zonas de cultivo de cereal de secano, y evita las áreas forestales.

La pérdida de hábitats agrícolas de secano en la región ha sido mínima desde 1990, por lo que esperan una amplia distribución de la especie en toda la región. Sin embargo, la lechuza ha desaparecido de la mayor parte de lugares en los que antes estaba presente.

En la actualidad, la lechuza se reparte en tres zonas bien definidas: la cuenca del medio Jarama y el Henares, el sur del área metropolitana y la cuenca del Guadarrama, habiendo desaparecido totalmente de zonas agrícolas históricamente óptimas, como el sureste de la región.

"La pérdida de hábitat, por tanto, no parece ser el factor determinante en esta regresión, pero sí la drástica disminución en la calidad del mismo. En medios agrícolas se ha reducido la disponibilidad de recursos tróficos. El índice medio de abundancia de micromamíferos, base alimenticia de esta especie, es prácticamente el doble en zonas ganaderas. Esto está relacionado con las diferencias de manejo de ambos tipos de ambiente por parte del ser humano, que en el caso de la agricultura intensiva elimina por completo el hábitat tanto de invertebrados como de pequeños vertebrados", ha indicado Iván García, técnico del proyecto.

Por eso, considera que la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) debería tener todos estos aspectos ambientales en consideración puesto que la intensificación agrícola es la principal causa de declive en una desgraciadamente enorme variedad de grupos faunísticos: polinizadores, otros invertebrados, micromamíferos, aves, murciélagos, etc.

Además, desde Brinzal señalan que debe haber otros factores implicados en el declive de la lechuza común. "Puede afectarla pérdida de lugares de nidificación, la alta mortalidad debida a la actividad humana o una climatología cada vez más adversa", ha comentado García.

El grupo Brinzal pretende seguir estudiando la situación de esta enigmática especie y tratar de evitar su desaparición. "Las administraciones deben dar un paso adelante y para ello hemos elaborado una serie de directrices, que esperamos tengan en cuenta, para mejorar la situación de ésta y de otras muchas especies ligadas al medio agrario", ha concluido Raúl Alonso, presidente de la Asociación madrileña.

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