MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
La región registró el año pasado 33 homicidios, la mayoría por apuñalamientos, según datos provisionales facilitados a Europa Press por la Jefatura de la Policía Nacional y de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
De esta forma, 2019 acabó como uno de los años con menos crímenes de la serie histórica, dentro de la tendencia del descenso de este tipo de delitos. Según los balances del Ministerio del Interior, en 2011 hubo 42 homicidios, 47 en 2012, 37 en 2013, 40 en 2014, 30 en 2015, 33 en 2016, 39 en 2017 y 36 en 2018. Lejos de las cifras de finales de la década de los 90 y principios de siglo, que rondaban el centenar.
De los crímenes del año siete pertenecen a territorio de la Guardia Civil, todos esclarecidos menos uno; y el resto de Policía Nacional, gran parte de ellos también resueltos. La tercera parte de los fallecidos son extranjeros y la mitad mujeres.
En cuanto a las causas, hubo 7 asesinatos machistas, 7 por robos, 6 por violencia intrafamiliar, 6 por reyertas y 7 por violencia intrafamiliar, entre otros. En cuanto a la forma de morir, 18 fueron por puñaladas, 5 por disparos, 5 por golpes, 3 por asfixia, 1 por atropello y 1 por posible envenenamiento.
EL DETALLE DE LOS CRÍMENES
El 3 de enero un hombre de 87 años fue hallado muerto por golpes en la cabeza víctima de un robo en su casa en Leganés. La Policía detuvo al presunto autor, un colombiano con 18 antecedentes. En las mismas circunstancias acabó el dueño de una pensión de la calle Arriaza de Madrid. El hombre, de 86 años, fue asesinado con violencia extrema el día 17 por oponerse al robo de la recaudación.
El crimen más enigmático del año ocurrió en enero. Una joven llamada Miriam, de 25 años, fue hallada muerta con más de 90 puñaladas en un paraje de Meco. La Guardia Civil detuvo a Sergio, novio de su amiga y compañero de piso, pero hace unos días un Juzgado le concedió la libertad condicional por falta de pruebas contundentes sobre su implicación.
Otro crimen espeluznante fue el conocido en febrero de 2019. La Policía Nacional halló el cuerpo descuartizado de una mujer, desaparecida desde 2017, en un frigorífico dentro de una vivienda de Alcalá de Henares. Su pareja fue detenida.
El 9 de febrero fue hallado el cadáver de un bebé, que había nacido con vida, en un contenedor de basura de Carabanchel. El 18 de ese mes un hombre mató a su padre y a su tío con múltiples puñaladas en Colmenarejo y luego se quitó la vida tirándose por una azotea de la madrileña Plaza de Castilla.
Entre lo más impactante del año fue el caso de un joven, que fue detenido por supuestamente matar a su madre, descuartizarla e comérsela en tuppers que guardaba en su piso del madrileño distrito de Salamanca.
El segundo caso de violencia de género ocurrió el 8 de marzo en Ciudad Lineal, cuando un hombre de 81 años asesinó con una escopeta a su mujer, de 63. Luego se quitó la vida de un disparo. El tercero pasó el 25 de ese mes en Loeches, cuando un hombre de 47 años mató a sus mujer, de 39, y luego se mató cortándose las venas.
HOMICIDIO EN EL POZO DEL TÍO RAIMUNDO
Uno de los crímenes que más repercusión tuvo en 2019 fue el asesinato en marzo de Francisco D.C. por una simple pelea con un perro en el Pozo del Tío Raimundo. Tras airadas protestas vecinales en el barrio contra la familia del supuesto asesino, éste se entregó días después en una comisaría. Se trata de 'El Chule', un joven de 20 años, miembro de un conocido clan gitano de la zona.
El 14 de abril un joven mató a otro de un disparo dentro de una discoteca en Aluche. La Policía sospechó desde un principio de una reyerta entre bandas latinas y en agosto detuvo en Barcelona al posible autor, un joven perteneciente a los Dominican Don't Play.
El cuarto caso de violencia mortal machista ocurrió a principios de mayo en Parla. Una mujer fue hallada muerta en su casa. Tenía una orden de alejamiento de su exnovio, que fue detenido en Ceuta casi medio año después. Por otro lado, el día 22 fue hallada muerta una mujer de 84 años golpeada en su casa para robarle las joyas.
El 10 de junio un hombre se atrincheró en su vivienda después de matar a tiros desde la ventana de su casa de Aranjuez a dos cuñadas y herir a su suegra, que paseaban por la calle. Cuando fue detenido confesó que las disparó porque su mujer, hermana de las fallecidas, se había separado de él.
El 28 de ese mes un hombre de 42 años fue apuñalado en un parque de Valdezarza. La Policía le arrestó un mes después cuando iba a huir a Paraguay. También en julio se registró un crimen aún no resuelto, el de un colombiano que apareció muerto de un puñalada y un disparo por la espalda en un camino de El Molar.
A finales de julio apareció otro cadáver de un hombre de 37 años con heridas de arma blanca en el cuello, hallado entre dos contenedores en el madrileño barrio de Salamanca. La Policía no descarta un ajuste de cuentas.
El quinto caso de asesinato machista ocurrió en agosto en Tetuán. Un hombre presuntamente mató a su pareja, una cirujana de 47 años. Había sido atada de pies y manos y apuñalada con un gran cuchillo. Su cadáver presentaba además fuertes golpes en la cabeza. Luego, el homicida mandó mensajes amenazantes a otra antigua relación. Fue detenido días después gracias a la colaboración ciudadana.
El sexto asesinato machista ocurrió en septiembre en Ciudad Lineal. Un hombre de 42 años mató a su pareja, de 31 años, en plena calle y delante de sus dos hijos. La víctima le había denunciado cuatro veces por maltrato desde 2017. Finalmente, fue apresado.
El 15 de septiembre un joven de 20 años perdió la vida víctima de un conductor kamikaze que circulaba en sentido contrario y triplicando las tasas de alcoholemia por la M-50. El juez le ha imputado un delito de homicidio imprudente.
Ya el 11 de octubre, un hombre de origen chino murió tras se acuchillado para robarle en su tienda en Vicálvaro. Un día después otro hombre de origen magrebí falleció apuñalado en una reyerta multitudinaria cerca de La Cubierta de Leganés.
Otro de los crímenes más impactantes del año tuvo lugar en Valdemoro. Un joven colombiano fue arrestado por la muerte de una adolescente de 18 años, a la que presuntamente descuartizó y arrojó su cabeza en una zona de matorrales.
El 23 de octubre apareció el cadáver de un toxicómano detrás del metro de San Cristóbal de los Ángeles. La autopsia reveló que murió asesinado a golpes. De la misma forma falleció a principios de noviembre un tapicero en su tienda del Paseo de la Extremadura. El móvil del homicidio fue el robo y el autor fue detenido poco después.
El 19 de noviembre un taxista murió degollado por un cliente en Alcalá de Henares para robarle la recaudación. Un día después una mujer búlgara de 69 años murió degollada por su hijo, de 30, que fue arrestado.
A finales de ese mes, una mujer de mediana edad fue hallada en avanzado estado de descomposición envuelta en una funda de colchón en una escombrera del polígono Marconi. Los análisis efectuados determinaron que feneció de forma violenta.
El último día de noviembre se registró el séptimo caso de violencia de género mortal. Alexia, una mujer de 38 años, fue hallada muerta por los servicios de emergencia. Su reciente pareja, José Luis, fue detenida y se encuentra en la cárcel a la espera de las pruebas toxicológicas que confirmen el asesinato.
Ya en diciembre, concretamente el día 16, una mujer de 79 años y un hombre de 80 fueron asesinados a puñaladas y degollados en un domicilio del madrileño barrio de Tetuán. La Policía baraja que se vieran implicados en un robo por parte de ladrones muy violentos.
El último crimen de este año tuvo lugar en el madrileño distrito de Puente de Vallecas, donde fue apuñalado hasta la muerte a un hombre de 23 años y nacionalidad española. La Policía busca al autor o autores de los hechos.
