MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Mutua Motera (AMM) ha recurrido la decisión del juez de instrucción de Madrid que archivó la denuncia por presuntos delitos de prevaricación y falsedad que la asociación interpuso el año pasado contra el director técnico de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, José Luis Elvira, por "engañar" sobre la seguridad de los guardarraíles.
En caso de que dicho recurso se rechace por el juzgado, éste
será visto en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, según recuerdan los moteros, quienes han señalado que no pueden estar de acuerdo con la decisión del juez, "al menos hasta que se practiquen todas las diligencias de investigación solicitadas al Juzgado de Instrucción".
En este sentido, la AMM se queja de que, a pesar de las "graves dudas" que, a su juicio, plantea la "acreditación" de la seguridad del sistema de guardarraíles aprobado por Fomento, el juzgado, "sin practicar ninguna de las diligencias de investigación solicitadas por la AMM, más que la declaración del querellado y la aceptación del informe de un sólo ensayo del sistema", dictó el sobreseimiento al entender que el Gobierno no ha vulnerado "norma administrativa alguna".
Los moteros presentaron la denuncia en abril de 2009 y acusaron a Fomento de "falsedad" y "prevaricación", ya que, según explicaron entonces, Fomento les había asegurado que uno de los sistemas de protección que estaba instalando, la llamada Barrera Metálica Simple para Protección de Motoristas, cumplía al máximo nivel con los estándares de seguridad exigidos, a pesar de que la asociación había detectado "ciertas irregularidades" en ese tipo de guardarrailes.
Un estudio posterior, realizado por el laboratorio acreditado por el Ministerio de Fomento para estas labores, el CIDAUT, demostró que el sistema no sólo no cumplía al máximo nivel con las garantías de seguridad necesarias sino que, a juicio de la AMM, no protegía "en absoluto" a los motoristas y "no podría estar aprobado con la norma vigente".
FOMENTO DIJO QUE CUMPLÍA NORMATIVA
Tras salir a la luz la denuncia de los moteros, el director general de Carreteras, Aureliano López, insistió en que el sistema cumplía la normativa de 2005, cuando se aprobaron, por lo que era "legal", y subrayó que sólo se habían instalado en las carreteras 27 kilómetros de guardarraíl con este sistema, frente a los 700 kilómetros que decían los moteros.
La sentencia del juzgado de primera instancia de Madrid, a la que ha tenido acceso Europa Press, descarta abrir juicio oral contra el responsable de Fomento y señala que la instalación en las carreteras de un sistema con el nivel de seguridad que ofrece ese tipo de guardarraíles, "aún no siendo el deseable, no supone vulnerar norma administrativa alguna".
Asimismo, el juez indica que la querella "viene a denunciar unos hechos que se encuentran extramuros del procedimiento penal" y apunta que el Ministerio de Fomento "ha dado una explicación lógica" para justificar su postura respecto a este tipo de guardarraíles.
En este sentido, el director técnico de la Dirección General de Carreteras explicó al juez que cuando se realizaron las primeras pruebas ese guadarraíl cumplía la norma de AENOR en la que se detallan las características que tiene que tener una barrera de esas características para ser segura.
Posteriormente, al cambiar esa norma y volverse más exigente, la barrera recibió otra calificación peor. Ante esta nueva situación, Fomento decidió dejar de utilizar estas barreras, aunque no la sacó del catálogo de permitidas.
Los moteros entienden que el auto no descarta la posible responsabilidad en que pueda haber incurrido el querellado, tan solo considera que los hechos en cuestión no son constitutivos de delito y que en consecuencia, deben dilucidarse en un ámbito distinto del penal.
UNA BARRERA LIBRE DE PATENTES
La Barrera Metálica Simple para Protección de Motoristas fue desarrollada por el Ministerio de Fomento en 2004 libre de patentes para impulsar sistemas que protegieran la vida de los motoristas en caso de accidente.
Según se quejaron en su momento los moteros, en su análisis, el laboratorio determinó que, aunque el sistema evita que el motorista se deslice por debajo e impacte contra los postes del guardarraíl, tiene un nivel de rigidez que impide la absorción adecuada de la energía del impacto, con lo que si un motero tiene un accidente y se estrella contra él, la lesión que se puede producir es "como mínimo" la rotura de cuello por aplastamiento.